Alternativas de inversión en renta fija
Los bonos ligados a la inflación pueden comportarse bien si hay subidas de tipos Hay estrategias alternativas en fondos que invierten en préstamos a empresas
En 2014, la ya no tan famosa “gran rotación” fue prácticamente el monotema en los informes de estrategia y de mercados de principio de año. Hablaban de toneladas de billetes que saldrían del mercado de renta fija para comprar renta variable, pero dos años después, ni tanto ni tan calvo. Efectivamente ha entrado dinero en renta variable, pero ni mucho menos ha sido a costa de la renta fija.
El otro error del consenso en los últimos años ha sido esperar subidas de tipos de interés y ante la sorpresa de la mayoría, mientras escribo estas líneas, tanto en Alemania como en Estados Unidos, los tipos de interés siguen muy cerca de sus niveles mínimos.
Nosotros no esperamos grandes subidas de tipos. Nos reafirmamos en que un bono alemán a 10 años que paga el 0,5% no nos está compensando por el riesgo asumido y sobre la cantidad de bonos que ofrecen rentabilidades negativas (pagamos por financiarles), mejor ni hablamos. No pretendo decir que esta situación irracional vaya a revertir mañana y entiendo que mientras los bancos centrales sigan aplicando sus programas de compras de activos no habrá grandes subidas de tipos. Tampoco las habrá sin repuntes de inflación, cosa que China y las materias primas están poniendo complicada.
Errores del pasado aparte, recomendaría recordar el cuento de Pedro y el lobo. El riesgo de que vengan a “comerse a las ovejas” no se reduce por el mero hecho de que nos hayan “engañado” muchas veces antes.
Los ciclos se terminan y los tipos terminarán subiendo, generando en algunos casos pérdidas abultadas en algunos activos de renta fija que se consideraban “activo sin riesgo”. Ese momento no parece inminente, pero el riesgo es claramente asimétrico. En bonos de la mayoría de los gobiernos de países desarrollados, hay más dinero que perder de lo que se podrá ganar en un entorno razonable y por eso, recomendamos buscar alternativas dentro del mercado de renta fija que puedan comportarse bien en un contexto de tipos al alza.
El problemas de muchas de esas alternativas es que a pesar de invertir en el mercado de bonos, en muchos casos tienen mayor sensibilidad al precio de las acciones que al de los bonos, factor que las hace poco atractivas desde el punto de vista de construcción de carteras, pero no todos son así.
Además de la alternativa que casi todas las entidades están proponiendo, que es la gestión flexible de renta fija, o alguna idea que puede resultar muy acertada, pero se parece más a una inversión conservadora en renta variable, como pueden ser los bonos convertibles, ofrecemos cuatro categorías de fondos de inversión de renta fija que funcionarán un entorno de subidas de tipos de interés.
1. Bonos ligados a la inflación europeos o estadounidenses: al invertir en este tipo de bonos, apostamos por una inflación superior a la esperada por el mercado. Solo eso. Ni mucho menos pensamos que la inflación vaya a dispararse en el corto plazo, pero las expectativas son exageradamente bajas y en caso de llegar las subidas de tipos, la causa más probable será un repunte de la inflación. Esta inversión posiblemente resulte más atractiva en términos relativos frente a los bonos nominales, pero la larga duración que tienen este tipo de bonos hace que sea más una idea que servirá para minimizar pérdidas, que para ganar dinero en las subidas de tipos.
2. Los bonos de alto rendimiento (high yield) americano a corto plazo: las recientes correcciones del mercado de bonos de alto rendimiento han incrementado notablemente el atractivo de esta clase de activo. Debemos ser muy cuidadosos con el fondo seleccionado y recomendamos Muzinich US Short Term High Yield porque su filosofía de inversión se basa en cobrar los cupones de los bonos que compra, ser muy selectivo a la hora de comprar, evitar sectores cíclicos y solo invertir en la parte de mejor calidad crediticia del conjunto del mercado de bonos de alto rendimiento.
El crédito de una compañía se puede deteriorar, en ocasiones, rápidamente, pero la visibilidad que existe al comprar bonos con una vida media de menos de 3 años hace que el perfil de riesgo de esta inversión no tenga nada que ver con el de bonos con vencimientos más lejanos.
3. Préstamos y bonos flotantes: a cambio de sacrificar algo de liquidez, en lugar de comprar bonos se pueden comprar préstamos, que tienen un tipo de interés flotante. Se trata de activos considerados algo más complejos y tienen una inversión mínima alta. Nuestra elección sería el fondo Arcano European Income FIL, con liquidez quincenal.
4. Cortos en bonos: la más simple y directa de todas las ideas, pero la que peor funcionará si no se acierta en el escenario las subidas de tipos. La Fracaise Protectaux es un fondo que tiene una cartera corta de bonos del gobierno alemán, repartida entre el 5-10 y 30 años.
En conclusión, siempre hay alguna oportunidad en renta fija.