Objetivo, sostener el crecimiento

El Instituto Nacional de Estadística reveló ayer que la confianza empresarial ha descendido en el primer trimestre del año, tras encadenar once trimestres de alzas sucesivas, y lo han hecho también las expectativas para los negocios en los meses siguientes, mientras que hasta ahora se habían mantenido estables. No es la primera señal de cierta ralentización en el clima de negocios, pues la patronal del capital riesgo también advirtió ayer que, aunque 2015 ha sido un buen año en número de operaciones, ha descendido la inversión agregada a través de ese instrumento, y considera que la causa fundamental de la ralentización es la incertidumbre sobre la normalización política en España tras las elecciones de diciembre pasado.

También ayer el ministro de Economía tuvo que dar explicaciones a los ministros de Ecofin y al presidente del BCE sobre la situación política y económica de España, lo que da una idea aproximada del grado de preocupación que en Europa existe sobre el asunto. Guindos estima que la economía ha entrado a una velocidad del 3,5% en 2016 y que si no se reduce (ayer Funcas aseguraba que crecerá un 2,7%), no será preciso ajustar la previsión del deficit. Más allá del temor, existen señales de cierto parón que deben ser combatidas superando la crisis política. El objetivo es preservar el crecimiento.