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El Mecanismo Único de Supervisión evalúa a los inspectores de los bancos centrales

El BCE pone a prueba a los nuevos equipos de supervisión de la banca

El MUS ha puesto a prueba hasta finales de febrero a los nuevos equipos de supervisión

Mario Draghi, presidente del BCE
Mario Draghi, presidente del BCEALEX DOMANSKI (REUTERS)
Juande Portillo

"Para llevar a cabo con eficacia la supervisión, es indispensable contar con personal imparcial, con la formación adecuada y altamente motivado”, reza el considerando 79 del Reglamento del Mecanismo único de Supervisión (MUS), el organismo europeo que desde el pasado noviembre ha asumido la vigilancia del grueso del sistema financiero comunitario.

Para garantizar estas cualidades en los nuevos equipos conjuntos de supervisión, formados por personal del Banco Central Europeo y de las distintas autoridades nacionales, como el Banco de España, el MUS ha iniciado un exigente proceso de evaluación de los mismos que se alargará hasta finales de febrero.

Capacidades a examen

Conocimientos

Entre las competencias que se exigen a los nuevos equipos de inspección a la banca está la de conocer las políticas, métodos y normas de supervisión, el funcionamiento de las instituciones y mantenerse al corriente de los cambios en esos campos.

Comunicación

Transmitir la información de forma clara y concisa, asegurarse de que el interlocutor ha comprendido y escuchar con atención su respuesta es otra de sus labores.

Cooperación

Los responsables de la inspección deben trabajar en equipo, compartir datos por iniciativa propia y entablar lazos que refuercen la cooperación.

Resolución

Tenacidad y perseverancia a la hora de aportar soluciones son dos de las características que se requieren.

Análisis

Recabar toda la información necesaria para formarse un juicio sólido de cada situación, comprender los distintos puntos de vista y ser capaz de prevenir problemas es uno de los puntos fuertes que se requiere de los inspectores.

Anticipación

A los equipos que vigilan a la banca se les pide mirar al futuro para anticipar amenazas y oportunidades.

Integridad

Los guardianes del buen hacer de la banca han de ser independientes y objetivos.

Liderazgo

Los directivos de los equipos de supervisión deben ser capaces de coordinar a sus equipos logrando de ellos los mejores resultados.

Las pruebas se centran, concretamente, en los miembros de los nuevos equipos de inspección que proceden de los bancos centrales de los distintos países europeos. “Dada la importancia de los subcoordinadores de las autoridades nacionales competentes”, reza una reciente decisión del Banco Central Europeo sellada por su presidente, Mario Draghi, “es necesario y proporcionado establecer un procedimiento uniforme de evaluación del rendimiento” con el objetivo de “asegurar el buen funcionamiento de los equipos conjuntos de supervisión”.

“Inicialmente, la evaluación del rendimiento”, avanza la resolución del BCE, “tendrá lugar en forma de prueba práctica de duración limitada”. Concretamente, el test, que se inició a finales de noviembre coincidiendo con el inicio de la actividad de estos nuevos equipos de supervisión seguirá en marcha hasta el próximo 29 de febrero mediante la aplicación de dos modalidades de pruebas. De un lado mediante un proceso de evaluación continua, de otro con una valoración final al concluir el periodo de examen.

El test de rendimiento se centrará en los agentes de los bancos centrales, como los inspectores que provienen del Banco de España, que tengan un peso específico en los nuevos equipos de supervisión paneuropeos.

Concretamente en aquellos subcoordinadores que dediquen al menos el 25% de la jornada completa al esta labor. La prueba analizará sus conocimientos, capacidad de análisis y resolución de problemas o dotes de liderazgo (ver despiece).

El Banco Central Europeo avanza que tomando los resultados de estas pruebas, y siempre que la legislación nacional lo permita, los distintos bancos centrales de cada país podrán “utilizar la información suministrada” para mejorar la “gestión ordinaria de su personal, así como incorporarla a sus sistemas internos de evaluación del rendimiento” de sus plantillas.

Finalmente, una vez se conozcan y analicen los resultados de este examen inicial se estudiará si conviene imponer un sistema de control permanente del rendimiento de los equipos de supervisión. “Sobre la base de la experiencia obtenida durante la prueba práctica, se considerará la posibilidad de implementar un mecanismo más completo de evaluación del rendimiento”, avanza el BCE.

Un centenar de agentes del Banco de España

El Mecanismo Único de Supervisión (MUS) es uno de los pilares maestros de la Unión Bancaria –junto al fondo común de garantía de depósitos y al Mecanismo Único de Resolución– pues confiere al Banco Central Europeo (BCE) la responsabilidad máxima en términos de supervisión financiera, que antes recaía en los bancos centrales.

Aunque el organismo vela por el cumplimiento normativo de cerca de 5.000 entidades de toda Europa, incluyendo entidades de crédito, sociedades financieras de cartera y sociedades financieras mixtas de cartera, el BCE solo se encarga de la supervisión directa de las 129 firmas de mayor tamaño, aquellas consideradas “significativas”, y que suman más del 85% de los activos financieros del Viejo Continente. Las labores de vigilancia habitual del resto de entidades seguirán en cambio en manos de los distintos bancos centrales bajo la coordinación, eso sí, del BCE.

Para dar cumplimiento a este nuevo modelo de supervisión, el Banco de España ha tenido que ceder a cerca de un centenar de empleados, parte de los cuáles se verán afectados por el actual proceso de evaluación que ha puesto en marcha el BCE para examinar el rendimiento de los nuevos equipos de inspección.

La lupa se pondrá, concretamente, en aquellos miembros del Banco de España que ejerzan de subcoordinadores en los nuevos equipos de inspección. Estos grupos estan liderados por agentes del BCE de nacionalidad distinta a la de la entidad supervisada y cuyo cargo está limitado a periodos de entre tres a cinco años, en función de la complejidad de la firma auditada. Cumplido este periodo, el MUS tiene previsto rotar a los responsables de los grupos de inspección para garantizar su agudeza e independencia.

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