Los puntos calientes del mercado a vigilar en 2016
Predecir algo tan complejo como el comportamiento del precio del petróleo y de las demás materias primas o la actuación de la Reserva Federal de EE UU (Fed) es una tarea difícil aunque necesaria, si se quiere incrementar la probabilidad de acertar las inversiones de cara a 2016.
Los puntos calientes de los mercados que habrá que vigilar son otros tantos rompecabezas que heredamos de 2015. En este marco, los expertos analizan, entre otros elementos, la incertidumbre que se cierne sobre el tablero político tras el fin del bipartidismo decidido por los electores en las urnas el pasado 20 de diciembre, la magnitud real del crecimiento de China y Brasil, o la política monetaria del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, tan vinculada a la recuperación económica.
GRAN PACTO, ¿O NO? - Pendientes de un acuerdo de Gobierno
Las dudas dominan el panorama político y, de no resolverse, podrían acarrear turbulencias en el mercado español hasta el mes de marzo. Dentro de dos semanas, el 13 de enero, se inaugura la undécima legislatura. Si Mariano Rajoy no fuera investido presidente del Gobierno, a partir de la primera votación se abriría un plazo de dos meses para dar con la llave del puzzle arrojado por los resultados electorales. El reparto de escaños empuja a los dos partidos más votados, PP y PSOE, a buscar un acuerdo, sea entre ellos o con otras formaciones.
No obstante, los expertos no parecen creer en la posibilidad de que Podemos acabe teniendo alguna influencia sobre el próximo Gobierno. La mayoría de los analistas apunta por el contrario a un desenlace que juzga tranquilizador y en cierta medida positivo para los mercados. Si en opinión del analista de XTB Rodrigo García el escenario más probable es un gran pacto para que el actual Ejecutivo vuelva a gobernar, aunque esta vez lo haga en minoría, el director de inversiones de Avantage Capital, Juan Gómez, cree que “un candidato del PP” –no necesariamente Rajoy– podría ser investido como presidente, con la abstención de PSOE y Ciudadanos. Un jefe del Ejecutivo que tendría que pactar con sus aliados “ley a ley”. “Se les bajarán los egos a todos, porque si alguien demuestra que no quiere el acuerdo, lo debería pagar en las siguientes elecciones”, asegura. Gómez señala que, si los partidos que lideran Rajoy, Sánchez y Rivera llegasen a este pacto de investidura, “la Bolsa lo recogería muy positivamente”.
La dinámica de la nueva etapa política que se ha abierto el 20 de diciembre, en todo caso, podría resultar positiva, más allá de la inestabilidad que genera. “No hay mejor momento para llegar a buenos y duraderos pactos de Estado en educación y sanidad”, afirma Gómez.
ENIGMA PETRÓLEO - El crudo barato ha venido para quedarse
Los analistas consultados muestran no creer en un fuerte rebote del precio del oro negro en los meses que vienen, “pero resulta impredecible lo que pueda hacer en el corto plazo”, defiende el estratega de IGMarkets Daniel Pingarrón. El barril de Brent, que ronda sus mínimos de 2008, cierra el año con pérdidas en torno al 36%. Por su parte, el crudo de referencia en EEUU, el Texas, se apunta un descenso cercano al 31% en el mismo período. El escollo principal hacia una estabilización de los precios sigue siendo la negativa de la OPEP de revisar a la baja su producción, lo que alimenta el exceso de oferta.
Los analistas excluyen que pueda haber un fuerte rebote del precio del oro negro. Repuntará cuando acabe el exceso de oferta
“El precio del crudo ha generado gran volatilidad y este problema no va a desaparecer pronto”, concede Victoria Torre, responsable de análisis y producto de Self Bank. Los precios bajos han venido para quedarse también según Gómez:“Se recuperarán cuando disminuya la sobreoferta actual”, asegura el experto.
La ralentización de los emergentes y el menor crecimiento en Europa han lastrado el mercado de las materias primas. Metales preciosos y recursos básicos agrícolas seguirán siendo muy bajistas.
BRASIL MENGUANTE - El foco de inestabilidad de la economía
Con una moneda –el real– intervenida, la caída del mercado de las materias primas, los casos de corrupción que le han azotado y la ralentización de su crecimiento económico, Brasil se ha convertido en un “foco inestable”, tal como lo define García. Única nota positiva por sus consecuencias en la economía, según este analista, es el gran acontecimiento que vivirá el país sudamericano en 2016, es decir, los Juegos Olímpicos.
Si bien Brasil no sea algo tan prioritario en el conjunto del mercado, sí lo es para la Bolsa española, aseveran los expertos consultados. “Algunos de los principales valores del parqué epañol, como Telefónica o Santander, tienen grandes intereses en el país”, recuerda Pingarrón. “No esperamos una mejoría en el corto plazo”, admite Gómez.
LA POLÍTICA DE DRAGHI - La actuación del BCE será clave
Hasta que la inflación suba a niveles aceptables –un 2%, según Gómez– el Banco Central Europeo (BCE) seguirá con su programa de compra de deuda, aseguran los analistas.
Lo que deberemos vigilar será también el crecimiento económico, afirma García:“Lo que pretende el BCE va a ser llegar a los objetivos macroeconómicos con las políticas expansivas actuales pero, dada la lentitud de la recuperación, eso puede ser difícil de mantener”. Si sus compras mensuales del programa se incrementaran, el BCE proporcionaría buenas noticias, según Pingarrón.
EL COSTE DEL DÓLAR - La misión casi imposible de Janet Yellen
Si la Fed sube tipos bruscamente inquieta los mercados, pero si espera demasiado, se interpreta como que algo malo está pasando
“La gran incertidumbre reside en si la subida de tipos anunciada por la Fed en diciembre –25 puntos básicos– fue puntual o si por el contrario la recuperación económica está tan afianzada que el 16 de diciembre ha marcado el inicio de un nuevo ciclo de tipos de interés al alza”, resume García.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, tiene una “difícil misión”, en palabras de Torre:“Una subida más brusca de lo que los mercados esperan podría inquietar a los inversores, del mismo modo que si pasara demasiado tiempo sin una nueva alza se podría interpretar como que algo malo pasa”. Estos son los malabares a los que estará abocada la Fed en 2016.
¿QUÉ HACE CHINA? - El año de la decepción del gigante asiático
China ya no conoce las tasas de crecimiento que alcanzó en años recientes, no obstante, se trata de una economía de tal tamaño que su importancia no se puede ignorar. Tanto es así, que el gigante asiático fue el responsable en agosto del mayor varapalo sufrido por los mercados en 2015. “No es España uno de los países más directamente vinculados con la economía china, pero al tratarse de un importante motor de la economía mundial, finalmente pocos valores quedarían al margen en caso de un estancamiento del país”, asegura Torre.
La decepción ha sido la tónica dominante en el año que ahora se acaba, aunque las medidas que anunció el Gobierno chino para relanzar el crecimiento y estabilizar sus mercados “han dado grandes alegrías a los mercados en el último trimestre”, según Pingarrón, para quien China “siempre es un enigma”. En 2016 “no se esperan tasas de crecimiento altas a nivel mundial”, según Araceli de Frutos, directora de la Eafi homónima, no solo por el menor crecimiento de China, sino también por el de EE UU.
“La incertidumbre política traerá dramas, pero ninguna tragedia”
Mucho drama y nada de tragedia. De esta forma se podría resumir la previsión de UBS para 2016, sobre todo en lo que respecta a las grandes cuestiones políticas que dominarán los próximos 12 meses.
La gestora augura que el ritmo de las reformas se verá afectado por la pérdida de influencia de los políticos que defienden las corrientes mayoritarias. En su último informe, UBS recuerda el importante desafío lanzado por “los candidatos antisistema” en las elecciones estadounidenses de noviembre, así como el incremento de la popularidad de “partidos extremistas en Francia, Italia y España”.
Los inversores deberán prestar atención a este factor y a las perturbaciones provocadas por los sentimientos ostiles a la inmigración, que se han acrecentado tras la oleada de refugiados procedente de Oriente Medio, según los expertos. Asimismo, después de los ataques terroristas de noviembre en París “el riesgo de impacto en la confianza y el gasto de los consumidores es cada vez mayor”.
Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, goza de una popularidad cada día menor, lo que pone las prometidas reformas estructurales en entredicho.
“Prevemos que la política genere dramas, pero no situaciones trágicas en 2016, y seguimos confiando plenamente en una posición favorable al riesgo”, asegura UBS. En el tablero internacional, esta vez como factor positivo, tanto la gestora como Araceli de Frutos, directora de la Eafi homónima, destacan que el Brexit, la hipotética salida de Reino Unido de la Unión Europea, no tiene visos de prosperar, puesto que la clase política de aquel país se inclina a favor de la permanencia en el grupo de los 28.
Otra de las preguntas clave que los inversores tendrán que hacerse, según los analistas, atañe a la fase efectiva en la que se encuentran los activos de riesgo. UBS lo deja claro:“estamos sobreponederados en renta variable de cara a 2016”.
Este tipo de activos experimenta en EEUU el recorrido alcista más largo desde la Segunda Guerra Mundial y, por el momento, no ha aparecido ningún factor bajista, afirman los analistas de la gestora.
Por el contrario, no hay signos de recesión económica y la diferencia entre el crecimiento global originalmente previsto, un 3,5%, y el efectivo, un 3,1%, es mínima. UBS prevé “una reaceleración moderada en 2016 hasta el 3,4%”. Hará más probable este escenario, entre otros elementos, la estabilización de los mercados emergentes.
Si los beneficios empresariales de las compañias estadounidenses se han visto mermados en 2015 por la fortaleza del dólar y, en el caso de las energéticas, la caída de los precios de petróleo y gas, UBS vaticina que “estos problemas disminuyan en 2016”, lo que debería incrementar los beneficios de entre el 6% y el 10%. En Europa, las ganancias se apoyarán en una mejora del crecimiento y una política monetaria “laxa”. No se esperan subidas de tipos agresivas de los bancos centrales, sino incrementos graduales.