Dow-DuPont y sus acrobacias fiscales
Los inversores que celebran la fusión de 130.000 millones de dólares (casi 120.000 millones de euros) de Dow Chemical y DuPont deberían alzar una copa por los abogados. El acuerdo de la semana pasada no podría haberse producido sin la letra pequeña rara vez explotada del código tributario de Estados Unidos que debería evitar cualquier impuesto sobre las plusvalías.
Dow y DuPont planean una fusión entre iguales, seguida de una ruptura en tres sociedades cotizadas distintas. En general, el servicio de impuestos estadounidense (IRS, por sus siglas en inglés) desalienta este tipo de acuerdos en varios pasos. Cuando la mitad o más de las acciones de una unidad cambian de manos en asociación con un spin-off, la sociedad matriz o los accionistas pueden terminar por encontrarse con una abultada factura con el estado.
Las empresas de EE UU realizan todo tipo de contorsiones para evitar el pago de impuestos
La sección correspondiente del código de impuestos de Estados Unidos también dio al mundo las operaciones conocidas como Reverse Morris Trust, estructura que las empresas utilizan para evitar los impuestos cuando planifican una escisión, seguida de una fusión preestablecida. Dow y DuPont, sin embargo, se han buscado una forma aún menos común para eludir al IRS.
La clave es que los inversores que posean acciones de ambas compañías antes de la fusión no cuenten para el umbral del 50%. Con el negocio fusionado dividido en partes iguales entre los dos grupos de propietarios, lo que falta es superponer los registros de accionistas. Esto significa que Dow, DuPont y sus propietarios deberían evitar el pago de impuestos, de acuerdo con Robert Willens, un asesor fiscal.
Las empresas estadounidenses realizan todo tipo de contorsiones para evitar el pago de impuestos. Por ejemplo, se espera que Pfizer ahorre miles de millones de dólares por el traslado de su domicilio fiscal al extranjero como parte de su fusión de 160.000 millones de dólares con el fabricante de Botox Allergan.
Dos de las principales compañías industriales de Estados Unidos con esencialmente el mismo valor de mercado están obligadas a tener accionistas comunes. La obligación tributaria se retrasa hasta que se vendan las acciones, no se elimina por completo. En lugar de por la cautela, el acuerdo en las complicadas normas fiscales parece haber optado por un inteligente oportunismo.