El Ibex sella su novena caída por el desplome del crudo
El precio del crudo se sitúa en el nivel al que estuvo al caer Lehman Brothers en el arranque del derrumbe del crédito El Dow Jones cae un 1,6% y el Nasdaq pierde un 2%
Como si de un grifo mal cerrado se tratara, gota a gota la caída del precio del petróleo ha marcado con fuerza la evolución del mercado a lo largo de los últimas cinco sesiones, convirtiéndose así en una de las principales amenazas para los mercados. En una semana que debería haber sido interpretada como un periodo de transición entre la cita de los dos grandes bancos centrales –el BCE y la Reserva Federal– el oro negro ha saltado a primera línea del escenario y día a día ha registrado un nuevo hito. Si el jueves el barril de Brent cerraba por debajo de los 40 dólares, el viernes perdía los 38 al anotarse una caída del 4,5% En la semana, el precio del crudo de referencia en Europa se deja un 12%. Las nuevas cotas registradas por el Brent supone regresar niveles de diciembre de 2008, en plena crisis crediticia desatada por la caída del Lehman Brothers.
Por su parte, el Texas tampoco queda inmune a esta situación y en la última sesión de la semana se dejó más de un 3%, hasta los 35,6 dólares, mínimos de enero de 2009. En la semana el descenso ronda el 11% mientras que en el año retrocede un 32%.
Las consecuencias de la pasada reunión de la OPEP en la que sus miembros acordaron mantener intacta la producción diaria de crudo (30 millones de barriles diarios) se han visto acrecentadas con la publicación de los datos de producción durante el mes de noviembre. La cifra de 31,7 millones de barriles al día excede de manera amplia los límites establecidos. A la sobreoferta que existe en el mercado hay que sumar el hecho de que los invesores están descontando la incorporación de Irán al mercado tras el levantamiento de las sanciones por el programa nuclear.
En medio de esta escenario, Arabia Saudí no está dispuesta a perder su cuota de mercado. El bajo coste de producción le está llevando a emprender una lucha con sus competidores para erosionar los precios del crudo a fin de expulsar a productores alternativos como EE UU, que en los últimos años había profundizado en su independencia energética.
Por si esto no fuera suficiente, el viernes la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó un informe en el que apuntaba que no prevé una reducción de la oferta a largo plazo y que el crecimiento de la demanda se ralentizará aún más el próximo año. Según las conclusiones que se desprenden del informe 2015 concluirá con una demanda de 94,6 millones de barriles diarios, lo que supone un alza de 1,8 millones con respecto a 2014. Para el próximo ejercicio el ritmo de crecimiento será de 1,2 millones de barriles cada día.
Así las cosas, los inversores apuestan de manera decidida por las ventas. El Ibex, que concluyó el viernes con un descenso del 1,51% se queda al borde de los 9.600 y encadena nueve jornadas consecutivas de caídas. Con este descenso, el selectivo español firma su peor racha desde agosto de 2011. En la semana se deja un 4,45%, caída que se amplía al 7,2% desde el cierre del 30 de noviembre, último día en el que la Bolsa española concluyó con ascensos.
El resto de índices del Viejo Continente también se tiñeron de rojo, influidos por los descensos del crudo así como por la apertura negativa en Wall Street. En los primeros compases de la sesión al otro lado del Atlántico, los tres índices de referencia llegaron a registrar descensos en torno al 1,4%, arrastrando con ello a Europa. El Dax alemán finalizó la jornada con un descenso del 2,44%, el Cac francés retrocedió un 1,84%; el Mib italiano, un 1,84% mientras que el Euro Stoxx y el Footsie británico se dejaron un 2% y un 2,2%, respectivamente.
El otro frente que sobrevuela el ambiente es la reunión que la próxima semana celebra la Reserva Federal. El mercado especula con la posibilidad de que después de numerosos aplazamiento, diciembre sea finalmente el mes elegido para proceder a la primera subida de tipos en casi nueve años. Los últimos publicados sobre la evolución de la economía americana propiciarían este movimiento. En la cita que durante dos jornadas reunirá el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC), el regulador dispondrá de una amplia gama de cifras que analizar. Entre ellos destacan el repunte de la economía de EE UU durante el tercer trimestre. En tasa anualizada el PIB del país norteamericano creció un 2,1% frente al 1,5% que se publicó en octubre. A esto se suma además la tasa de paro que cerró noviembre en el 5% tras la creación de 211.000 nuevos empleos durante el mes undécimo mes del año.
En las últimas intervenciones efectuadas por la presidenta de la Fed, Janet Yellen, se ha venido apuntando a que lo más probable es que el próximo 16 de diciembre se acuerde elevar las tasas. Entre sus declaraciones destacan la advertencia que hizo hace una semanas en las que señalaba que un retraso en la subida de los tipos podría comprometer la evolución de la economía estadounidense.
De esta forma, Yellen intentaba contrarrestar las voces discrepantes que han surgido recientemente y que consideran que proceder a un incremento del precio del dinero sería contraproducente tras la inestabilidad desatada por China que ha hecho temblar el crecimiento mundial. Entre los opositores se encuentra la propia directora gerente de Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
El reto de la Fed pasa ahora por combinar el alza con declaraciones que alienten los ánimos.Desde Bankia creen que la subida de los tipos será progresiva y estiman un incremento de 100 puntos en dos sesiones.
De regreso a España, el mercado de renta fija, que la semana pasada vivió un repunte debido a las altas expectativas del BCE, se ha mantenido estable. La rentabilidad del bono español a diez años concluyó en el 1,62% frente al 1,73% del 4 diciembre mientras la prima de riesgo cerró en los 108 puntos básicos, tres más que una semana antes.