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Gran expectación ante la última reunión del año

El BCE prepara su menú de estímulos

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.EFE
Miriam Calavia Rogel

De nuevo una reunión clave del Banco Central Europeo (BCE), pero la del próximo 3 de diciembre tiene la particularidad de ser la última de 2015, una presión añadida para el presidente de la institución, Mario Draghi, que tiene en sus manos que los mercados despidan el año con mayor o menor optimismo. Con permiso, eso sí, de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que también tendrá que decidir el mes que viene si por fin sube los tipos de interés por primera vez en nueve años, algo que ya descuenta el mercado.

Pero a este lado del Atlántico, los expertos debaten sobre qué medidas expansivas puede adoptar el BCE para elevar la inflación y consolidar el crecimiento económico de la zona euro. Hay varias balas en la recámara del BCE. Principalmente, y lo más probable según los analistas, es que amplie el programa de compra de deuda (Quantitative Easing, QE en la jerga), adquiriendo más deuda y durante más tiempo. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, cree que anunciará la compra de deuda pública por 15.000 millones de euros más al mes y alargará el programa en seis meses. El propio BCE valoró en su anterior reunión la posibilidad de comprar bonos de regiones y ayuntamientos. “Incluso no descarto medidas adicionales de flexibilidad en el crédito, alargando los TLTROs o matizando su obligación de trasladarse a préstamos”, señala Campuzano.

La decisión estrella, no obstante, puede ser un nuevo recorte de los tipos de interés del depósito, ahora en el 0,2% negativo. Es lo que paga la banca al BCE para que gestione su exceso de reservas. El consenso espera que se rebajen hasta el -0,3%, aunque ya se barajan mayores descensos. Enrique Díaz-Álvarez, director de Riesgos de Ebury, cree que hay más margen a la baja y que el recorte de la rentabilidad puede ser más agresivo, sorprendiendo con una bajada hasta el -0,4% o el -0,5%. “El tono que se desprende de las conversaciones de algunos miembros del BCE es que están realmente preocupados y que tienen la intención de sorprender a los mercados con medidas más agresivas”, sostiene Díaz Álvarez.

En definitiva, el BCE tiene como objetivo lograr la estabilidad de la inflación a medio plazo en el 2%. El IPC de la zona euro salió del terreno negativo en octubre y se situó en cero, pero continúa habiendo riesgos deflacionistas.

A juicio de Campuzano, “simplemente, llegado a este punto no creo que el BCE se pueda permitir el lujo de defraudar las expectativas (elevadas) que maneja el mercado para la próxima reunión”.

Depreciación del euro

De acuerdo con la gestora holandesa Robeco, “Draghi está dispuesto a emplear todo el menú de instrumentos de política monetaria y, aunque no lo no lo admitan abiertamente, el BCE pretende que el euro continúe debilitándose”.

La divisa comunitaria cotizó el viernes por debajo del nivel de 1,06 dólares y se encuentra en mínimos de siete meses. “La úncia válvula de salida para aumentar el crecimiento anémico que estamos viendo en la eurozona es devaluación pura y dura del eur y exportación”, esgrime Díaz-Álvarez.

La mayoría de analistas coincide en que, sin duda, el BCE enviará de nuevo un mensaje sobre la disposicion a tomar nuevas medidas en el futuro si fuera preciso. “Hace dos años, se trataba sólo de palabras, como el famoso ‘lo que haga falta’, pero ahora está claro que cuando habla de tomar medidas, no hay que sorprenderse de que efectivamente sucedan cosas”, indican en Robeco.

Sobre la firma

Miriam Calavia Rogel
Periodista económica con amplia experiencia digital y especializada en mercados y finanzas personales. Comenzó su andadura en la web financiera de Vocento y como colaboradora del suplemento Su Vivienda y Profesionales de El Mundo. Desde 2007 es redactora en Cinco Días, donde ha presentado el programa 'Economía Clara' y realizado videoentrevistas.

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