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La dotación se depreciará si se destina a empresas o acciones

El colchón de las cajas puede costar un 33% si lo invierten

La nueva normativa de cajas de ahorro estable coeficientes reductores de su valor si las entidades los invierten en determinados activos, como participaciones empresarialse o acciones.

El viernes, finalmente, fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la circular del Banco de España que rige el nuevo marco de juego de las cajas de ahorros y las fundaciones bancarias. El texto despeja definitivamente las condiciones del fondo de reserva que se obliga a constituir a las antiguas cajas de ahorro cuando, reconvertidas ahora en fundaciones bancarias, posean una participación de más del 50% en los bancos a través de los que operan.

Mientras que Unicaja e Ibercaja tratarán de eludir esta obligación saliendo a Bolsa, La Caixa asume que podrá mantener el control de CaixaBank alimentando un fondo de unos 850 millones y BBK aportará 250 millones por su participación mayoritaria en Kutxabank.

La dotación bruta, no obstante, podría llegar a ser algo superior dado que la normativa establece coeficientes reductores del valor del fondo de reserva en función de los activos en que esté invertido.

“El valor de los instrumentos financieros en que se invierta el fondo de reserva deberá ajustarse, en función de la liquidez y de la pérdida de valor estimada que pudiera producirse”, reza la norma. La rebaja podría llegar a ser del 33% si el fondo está invertido en títulos de una compañía en la que constituyan más del 10% del capital.

No obstante, estas participaciones en empresas no podrán ser nunca en entidades de crédito, ni en títulos emitidos por estas –a excepción de depósitos bancarios–, ni en instituciones de inversión colectiva que inviertan al menos un 25% de sus recursos en entidades financieras.

Si la inversión se realiza en otro tipo de activos, la circular establece diversos coeficientes reductores en función del grado de liquidez de estos, a fin de asegurar que las fundaciones bancarias podrán rescatar de forma inmediata los recursos necesarios para hacer frente a un posible agujero.

Concretamente, la norma establece que la valoración del fondo se reduzca un 15% si está invertido en acciones o bonos convertibles que no estén incluidos en un índice bursátil principal.

El coeficiente reductor a aplicar será del 10% en el caso de que la inversión se realice en títulos de renta fija o bonos convertibles incluidos en alguno de los principales índices cotizados. La rebaja se limitará a un 5% si el fondo de reserva se alimenta con títulos de deuda emitidos por firmas con un nivel de calidad crediticia mínimo así como en determinados paquetes de titulización.

Finalmente, se mantendrá el valor original del fondo si los activos que lo constituyen son títulos de deuda emitidos por bancos centrales o administraciones estatales con un nivel de calidad crediticia determinado así como cuando se trate de inversiones directas en oro.

El plan de las cajas vascas

En su caso, BBK destinará como mínimo la mitad del dividendo anual a la constitución del fondo de reserva de 250 millones, instado por el Banco de España a la fundación vasca por ser el primer accionista de Kutxabank con el 57% del capital (Kutxa tiene el 32% y Vital, un 11%).

Tiene tres meses a partir de este sábado, cuando entra en vigor la circular del regulador, para trasladar un plan de financiero. Para dotar el fondo contará con cinco años.

El presidente de la Fundación BBK, Xabier Sagredo, se ha mostrado satisfecho con la normativa porque “nos permite seguir nuestro camino”, en el sentido de que no alterará la estrategia de la obra social de la entidad, a la que destina cada año 33 millones.

El fondo de reserva requerirá una actualización anual, en base al nivel de exposición en cada ejercicio de los activos del banco. Por este motivo, la Fundación BBK esperará al cierre del ejercicio de Kutxabank para trasladar su plan financiero al Banco de España.

La doble presidencia

Por otro lado, la norma da un mes a los presidentes de Caixabank, Isidro Fainé; Unicaja, Braulio Medel; e Ibercaja, Amado Franco, que también lo son de sus respectivas fundaciones, para demostrar que cumplen las limitaciones fijadas para simultanear sus cargos hasta el próximo 30 de junio, cuando se les obligará a optar únicamente por uno de ellos.

Hasta final de año para atar un convenio

El enfrentamiento definitivo que prometía desatarse este viernes en el sector de las antiguas cajas de ahorro, ante el enconado debate que entidades y sindicatos mantienen en torno a la negociación del nuevo convenio colectivo, se aplaza de momento. Aunque la Asociación de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales (Acarl) venía sosteniendo que el actual convenio expiraba el pasado jueves y que las entidades, con la nueva reforma laboral en la mano, tenían potestad para comenzar a aplicar unilateralmente modificaciones en las condiciones de trabajo, durante la reunión de aquel día la patronal concedió un periodo de tregua hasta el 31 de diciembre para tratar de llegar a un acuerdo. Los sindicatos, que aseguran que les protege un periodo de ultractividad pactado de 18 meses que les permitiría mantener abierto el diálogo hasta el próximo junio, han advertido que la patronal debe renunciar a sus planteamientos de recortar salarios o beneficios por antigüedad y de ampliar horarios si quiere llegar a un acuerdo. Aunque la tregua retrasará pulsos mayores hasta después de las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, los sindicatos advierten que seguirán realizando actos de protesta estos días como presión.

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