Fotovoltaica de lujo
La fotovoltaica puede ser bonita. Así lo demuestra Issol, una pequeña empresa belga que ya ha equipado al Ministerio de Defensa francés en París, a la Administración de Finanzas en Lieja y el nuevo edificio del Consejo de la Unión Europea en Bruselas.
En el libro de pedidos de Issol se acumulan los contratos prestigiosos. La carrera contra reloj ha comenzado para terminar la fachada dorada del edificio de Venteprivee, la compañía de ventas por internet, situado frente al estadio de Francia. Su fachada fue concebida por el célebre arquitecto, urbanista y diseñador francés JeanMichel Wilmotte.
La pequeña empresa belga acaba de retirarse del mercado para equipar con un manto fotovoltaico de 1.000 metros cuadrados la Ciudad Musical de París, diseñada por el japonés Shigeru Ban. También la han elegido para instalar parasoles fotovoltaicos en la fachada del Palacio de Justicia parisiense y acristalamientos activos en el tejado. Un edificio creado por otro, el italiano Renzo Piano.
“En diciembre, con la Conferencia de París sobre el Clima, el mundo entero va a pasar por delante de nuestro edificio. Aunque las obras van un poco retrasadas, hacemos todo lo posible para que esta fachada tecnológica sin precedentes esté terminada. Issol ha fabricado para nosotros un mosaico fotovoltaico dorado que refleja un brillo muy intenso bajo el sol. No pasará desapercibido”, asegura Eddie Turcon, el director inmobiliario de Venteprivee.
Issol puede presumir de la audaz sede de la Administración bruselense del medioambiente, apodada la tostadora, la estación de trenes de alta velocidad de Perpiñán, el tejado del Ministerio de Defensa de París o la torre de la Administración de las Finanzas en Lieja. Su especialidad: la energía solar “de lujo” que adopta la forma de tejado, fachada o parasol al tiempo que produce electricidad. Un nicho en el que trabajan un puñado de empresas en toda Europa: Ertex Solar en Austria, Energy Glass en Italia y Onyx Solar en España.
Issol tiene por objetivo dar una función arquitectural a la fotovoltaica. “Aunque también fabricamos paneles clásicos, nuestra actividad principal es la arquitectura fotovoltaica, que en la actualidad representa un 90% de nuestro volumen de negocios”, señala Laurent Quittre. Este exbanquero fundó la compañía en el año 2006 en una región famosa por la excelencia de sus ingenieros y la calidad de sus arquitectos, pero donde los costes salariales obligan a desmarcarse de los fabricantes de paneles baratos que llegan de China o de otros lugares. También trabaja en un panel el doble de eficaz para compensar la pérdida de rendimiento de la fibra óptica a largo plazo.