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Columna
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Carta blanca para Francia

Francia está obligada a no cumplir sus objetivos presupuestarios de la Unión Europea a al aumentar el gasto en seguridad tras los atentados de París de 13 de noviembre, según el primer ministro Manuel Valls. Puede permitírselo.

Pocos en Bruselas se alborotarán por el anuncio de Francia de que la seguridad nacional prevalece sobre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de Europa. Las normas presupuestarias de la UE dan margen para el gasto extraordinario relacionado con las crisis económicas severas o aconteciminetos fuera del control de un país. La Comisión Europea aseguró ayer que los costes presupuestarios de la crisis migratoria serán tratados como una circunstancia excepcional y también que se le podría dar a Francia margen de maniobra en su presupuesto.

No es probable que los mercados exijan ahora mayores costes de financiación a la segunda economía de la zona euro

Los mercados financieros también se han mantenido relajados a medida que Francia no alcanzaba repetidamente sus objetivos presupuestarios en los últimos años. Es muy poco probable que exijan ahora mayores costes de financiación a la segunda mayor economía de la zona euro. El país ha superado el límite de déficit presupuestario de la UE del 3% del PIB en 11 de los 16 años desde el lanzamiento del euro en 1999 y se espera que continúe haciéndolo durante unos cuantos más.

A pesar de esta aparente falta de disciplina, los inversores exigen una prima a su rentabilidad de solo 32 puntos básicos por mantener bonos a 10 años emitidos por Francia en lugar de la deuda comparable expedida por Alemania. Es cierto, la laxa política monetaria del Banco Central Europeo y las compras de bonos han comprimido tales diferenciales de rendimiento en la mayor parte de la zona euro. Pero el mercado de CDS conserva una gran fe en la solvencia de Francia. Aunque el coste de asegurarse contra un impago francés es algo más alto que el de Alemania, lo que es normal, la diferencia se ha ido reduciendo.

El presidente Francois Hollande asegura que la seguridad justifica romper las normas presupuestarias. Puede haber complicaciones si otros países menos favorecidos en el mercado adoptan el mismo mantra. Pero en el caso francés, no hay mucho coste en el mercado al jugar esta carta.

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