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Columna
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Barclays paga un precio tolerable

Los accionistas de Barclays están pagando una dote más o menos soportable para conseguir pronto un nuevo consejero delegado. El banco británico está dando a su nuevo jefe Jes Staley 1,9 millones de libras (2,63 millones de euros) en acciones para reemplazar las que su anterior empleador JPMorgan le habría otorgado a finales de enero. Es una suma no despreciable solo para que Staley se una dos meses antes de tiempo.

Si Staley está tan emocionado por unirse al banco británico como sugirió ayer en una nota al personal, debería haber renunciado a la concesión de JPMorgan. En 2011, su último año allí, obtuvo 16 millones de dólares (unos 14,5 millones de euros); en Barclays recibirá hasta 8,2 millones de libras al año: 2,7 millones de remuneración fija, un posible bonus de 2,2 millones de libras y 3,3 millones de libras en programas de incentivos a largo plazo. Dejar atrás la recompensa habría dado un golpe contra las compras de ejecutivos.

El banco ha pasado casi cuatro meses sin consejero delegado y para muchos inversores el premio a Staley será razonable

Aun así, otros acuerdos han sido más atroces. Bill Winters recibió 6,5 millones de libras cuando se unió a Standard Chartered como consejero delegado a principios de este año. Y UBS pagó a Andrea Orcel 25,8 millones de dólares para convertirse en co-presidente ejecutivo de su banca de inversión en 2012.

Staley no está recibiendo ningún pago directo por dejar el hedge fund BlueMountain Capital Management, a pesar de que continua como socio retirado. Y sus incentivos estarán alineados con los de los accionistas de Barclays. Un requisito de Barclays para los directores ejecutivos es que mantengan el equivalente a cuatro veces su salario base –4,8 millones para Staley– en acciones del banco británico hasta su salida.

Barclays ya ha pasado casi cuatro meses sin consejero delegado y muchos inversores verán el premio a Staley como razonable. Pero el principal desafío del banco, ya que cambia su estrategia de nuevo hacia la banca de inversión, es demostrar que puede hacerlo al mismo tiempo que controla los costes y hace que la rentabilidad económica regrese. Al renunciar a algo que tenía derecho, Staley podría haber hecho más para demostrar que habla en serio.

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