La bufanda de Burberry se reinventa
Los clientes pueden diseñar su propia bufanda en una selección de 33 colores El precio de cada una de ellas, partir de 425 euros
Es un icono del invierno, aunque ahora será atemporal. Lleva los inconfundibles cuadros de la casa Burberry. Su historia data, según las campañas publicitarias que se encuentran en el archivo de la firma británica, de 1880. Casi siglo y medio más tarde, la icónica bufanda de cashmere sigue siendo una de las prendas estrella de Burberry. Se confeccionan en una fábrica familiar bicentenaria de Elgin (Escocia), cada bufanda pasa por unos 30 procesos de elaboración y por unos 18 pares de manos, que se ocupan desde el cepillado de la materia prima hasta el cortado a mano de los flecos en el producto final.
Se confecciona con cashmere, una fibra proveniente del vientre de la cabra de cachemira, de las cabras de Mongolia y Afganistán, que se envía directamente a la fábrica de Escocia. La calidad de la materia prima viene marcada por el largo y diámetro de sus fibras, y el muestrario se somete a pruebas en la fábrica, a la vez que el método de cepillado a mano para asegurar que sólo las prendas de mayor calidad son seleccionadas. El pelo se extrae del vientre de las cabras porque es la parte más suave: aproximadamente con el pelo de un animal (alrededor de 125 gramos) se hace una sola bufanda. El proceso de teñido requiere cerca de tres horas, en función de la intensidad del tono (hay 32).
Ahora, Burberry se reinventa y presenta su bufanda de cashmere más ligera (entre 83 y 113 gramos), con el fin de que la prenda pueda ser utilizada durante todo el año. La fábrica ha innovado con la materia prima y desarrollado un hilo de soporte soluble en el agua que permite trabajar el cashmere más fino y ligero. Es entrelazado con una fibra especial denominada PVA, que le aporta resistencia y le prepara para el proceso de tejido. Se trata de un hilo que se retuerce junto con el cashmere, y posteriormente se disuelve en el proceso final dejando un tejido cien por cien puro. Este proceso es más laborioso que la torsión normal y requiere de mucha más habilidad. Montar los flecos de cada bufanda requiere aproximadamente de entre 30 y 45 minutos. La producción de una persona es de unas 15 y 16 bufandas cada día.
Burberry dispone de un servicio de personalización online y en tiendas, para que cada cliente diseñe su propia bufanda.