‘Scrip dividend’ de Santander: acciones o vender los derechos en el mercado
Banco Santander se encuentra en pleno proceso de retribución al accionista y como es habitual en la entidad que preside Ana Botín, la fórmula es el scrip dividend o ampliación de capital liberada con derechos de suscripción preferente. Aunque a comienzos de año el banco anunció la vuelta al dividendo en efectivo, la entidad combina el dividendo tradicional con la entrega de títulos antes de abandonar por completo la estrategia que le ha acompañado desde que en 2009 remunerara por primera vez a través de la entrega de títulos.
La vuelta al efectivo supuso un cambio sustancial en el importe a repartir con cargo a los resultados de este año, que pasó de 0,6 euros por acción a 0,2 euros. Lo que sí se sigue manteniendo es la fragmentación de la cuantía en cuatro pagos y el del 4 noviembre corresponde al segundo dividendo a cuenta de 2015.
Como en todo scrip dividend el accionista debe escoger entre tres opciones. Su elección dependerá de los objetivos de cada inversor.
De esta forma, todos los que estén interesados en incrementar su participación en la firma deberán optar por la recepción de los nuevos títulos, vía que emplea por defecto la entidad. Para esto, lo único que deber hacer el accionista es esperar y no solicitar al banco la compra de los derechos de suscripción preferente. De acuerdo a la información remita a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la proporción establecida para esta ocasión es de 103 derechos por cada acción. Según esta ecuación, para disponer de un título de nuevo cuño serán necesario 103 derechos de suscripción preferente. El número máximo de acciones que la entidad está dispuesta a emitir son 138,9 millones.
Por su parte, todos aquellos que persigan el dinero en efectivo cuentan con dos alternativas: vender los derechos en el mercado o solicitar su compra al banco. En función de cómo evoluciona la cotización de las acciones y los derechos será más rentable una opción u otra.
Los títulos de suscripción preferente debutaron en el mercado a un precio de 0,05 euros. Sin embargo, el primer día de cotización (20 de octubre) se dejaron un 4% hasta los 0,048 euros. Así si durante el periodo de fijado por la entidad las acciones de Santander caen, y por ende los derechos, lo más adecuado sería proceder a la venta de las acciones al banco. Esto equivaldría al dividendo en efectivo. Los que elijan se decanten por esta opción deben tener en cuenta el calendario fijado por la firma. Según la información remita al regulador, los accionistas disponen hasta el 29 de octubre para solicitar la compra de los títulos y el 6 de noviembre Santander entregará el dinero a todos los que lo pidieron la retribución en efectivo.
Por contra, si las acciones y los derechos se revalorizan lo más rentable es proceder a la venta de los derechos en el mercado. El periodo de negociación de estos títulos finaliza el próximo 3 de noviembre.
Además del comportamiento de los títulos en Bolsa, el accionista tiene que valorar las retenciones fiscales. Con la entrada en vigor de la reforma fiscal a comienzos de año, se puso fin a la exención que existía sobre los primeros 1.500 euros cobrados en concepto de dividendo y que se grava ya al 20%. Si los derechos se venden en el mercado, el pago fiscal se aplaza hasta el momento de la venta de las acciones. No hay retención en el momento de la venta. El efecto que tiene la desinversión es el de rebajar el precio de compra. Por último, el que reciba las nuevas acciones también estará exento de tributación hasta que se desprendan de ellas.
Las nuevas acciones procedentes de la ampliación de capital liberada iniciarán su contratación ordinaria, previsiblemente, el 13 de noviembre.