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Después de décadas de inseguridad, Colombia vuelve al mapa turístico

Bogotá, la ciudad de los mil colores

Tesoros culturales, arquitectura colonial, frondosa vegetación y numerosos contrastes ofrecen infinitas posibilidades al viajero en la capital colombiana.

Casa Santa Clara, ubicada en el cerro de Monserrate.
Casa Santa Clara, ubicada en el cerro de Monserrate.

Llegar a Bogotá es descubrir un mundo de tesoros de gran valor histórico, cultural y gastronómico. Aunque lo que más le va a llamar la atención, en cuanto aterrice en el aeropuerto de El Dorado, es la amabilidad de su gente, siempre con una sonrisa en la cara.

Esta metrópoli de 7,6 millones de habitantes apenas duerme. El ritmo diario de trabajo se compagina con numerosas fiestas, afterworks y ofertas de ocio que la han convertido en una de las diez ciudades más importantes de Latinoamérica.

Su energía se nutre del eclecticismo de sus cientos de locales genuinos, sus fantásticos vinos y los frecuentes festivales gastronómicos. Bogotá es sinónimo de cultura. Conquista con una amplia oferta de museos, entre los que destaca el del Oro. En él se conserva una de las mayores colecciones de metales prehispánicos. Más de 50.000 símbolos de oro, cerámica, piedra, huesos, textiles y momias que transportan al periodo precolombino.

Catedral de la Sal

En Zipaquirá, a tan solo una hora y media en coche, se encuentra la Catedral de la Sal, una impresionante obra de ingeniería dentro de una mina de sal, construida con el trabajo y la entrega de los mineros que poco a poco fueron tallando la roca salina hasta dar vida a la primera maravilla de Colombia.

El colonial barrio de La Candelaria es un paseo obligatorio para cualquier visitante

Dentro se pueden contemplar el vía crucis y pequeñas capillas. Caminar por su interior es una experiencia única que va más allá del sentimiento religioso. Gente de todo el mundo acude para admirar la majestuosidad de su arquitectura.

Otro de los grandes atractivos de la ciudad es su plaza de toros de Santamaría, monumento nacional de Colombia desde 1984. En ella, además de corridas, se celebran conciertos y otros eventos culturales.

Monserrate

Es el cerro que protege a la ciudad. Desde sus 3.152 metros de altura se contempla la grandiosidad de Bogotá y el verde que la rodea. Sin duda, la vista más espectacular. Para acceder a él, hay un funicular y un teleférico que funcionan durante el día.

Los más deportistas pueden optar por ascender a pie, aunque se avisa a los que se quieran animar que la elevada altitud lo dificulta mucho. En la cima se sitúa el Santuario del Cristo Caído y en su interior, la virgen de Monserrate, que es quien da nombre al cerro.

Plaza de Toros de Santamaría.
Plaza de Toros de Santamaría.

A pocos metros de la capilla se localiza uno de los restaurantes más populares: Casa Santa Clara, una hermosa construcción pintada en blanco que destaca sobre la frondosidad del entorno. Es recomendable que se sienten a saborear platos colombianos, como el mero costeño, los tamales tolimenses, la bandeja paisa o la cuajada con dulce de mamey.

Desde sus ventanales verá La Candelaria, nombre con el que se ha bautizado al centro histórico. Pasear entre las construcciones coloniales y las casas de colores de este barrio es una experiencia deliciosa. Descubrirá más de 50 edificios y lugares de gran valor histórico.

Los más populares y que no debe perderse son la Plaza de Simón Bolívar, el Capitolio Nacional, la Catedral, el Palacio Liévano, la Biblioteca de Luis Ángel Arango, la Casa de la Moneda, el Museo de Botero, el Centro Cultural Gabriel García Márquez, el Palacio de San Carlos, la Casa Museo de la Independencia, el Palacio de Echeverry y el museo de la Iglesia de Santa Clara.

Podrá detenerse en pequeños cafés y puestos de souvenirs con tantos colores como sus casas. En el área encontrará, además, restaurantes tradicionales y, si desea hacer compras, podrá hacerlo en numerosas boutiques.

Escena artística

Es una urbe vibrante. Tatiana Piñeros, directora del Instituto Distrital de Turismo (IDT), asegura que “hay más de 400 sitios con potencial turístico en Bogotá y que la ciudad juega un gran papel en la escena artística de Latinoamérica”. En el último año ha acogido espectáculos de primer nivel que han impulsado todavía más el turismo en la ciudad donde nunca falta el ritmo.

En el Museo del Oro se conserva una de las mayores colecciones de orfebrería del periodo prehispánico

Y si de bailar se trata, debe ir al municipio de Chía y adentrarse en el curioso mundo del restaurante Andrés Carne de Res. Como si de una fábula se tratara, cachivaches típicos y atípicos cuelgan del techo y las paredes y parecen contornearse tan sensuales como las caderas costeñas. Quien va, repite.

La cita de los domingos está en Usaquén, una pequeña localidad de origen indígena que recibió su nombre del cacique Usaque. La gran mayoría de sus casas, casi todas ellas de una sola planta y arquitectura simple, han sido convertidas en restaurantes de diseño con sabrosos menús. Al salir, les espera el Mercado de las Pulgas con puestos artesanales y exposiciones de algunos artistas locales.

Paraíso del golf

Si le gusta jugar al golf, Bogotá es su destino perfecto. En apenas 30 kilómetros de distancia de unos a otros, hay 20 campos de 18 hoyos y 5 de 9, con unas calles muy cuidadas y greens de gran velocidad. Su buen clima durante todo el año, su vegetación y su altitud convierten a esta ciudad en un paraíso para los golfistas.

Al encontrarse a 2.640 metros de altitud, las bolas vuelan un 12% más alto que a nivel del mar. Es por eso que aquí se han celebrado algunos de los circuitos más importantes del mundo, como la PGA o el Tour de Las Américas.

Campos de referencia son el Club de Golf La Cima (en La Calera), con uno de los hoyos más altos del mundo, a más de 3.000 metros de altura, y Los Fundadores del Country Club de Bogotá, cuyo recorrido se considera único.

Transporte

Bogotá no tiene metro, por lo que la mejor opción es el taxi. Utilice los blancos. Se piden desde los hoteles y restaurantes, llegan en apenas unos minutos, proporcionan un código y su servicio queda registrado. La seguridad de la ciudad ha mejorado mucho en los últimos años; no obstante, conviene que tenga cuidado. Los autobuses son muy pequeños y con frecuencia suele haber robos, por lo que es recomendable que los evite.

Sede del chileno Banco Falabella.
Sede del chileno Banco Falabella.

Reclamos para el capital extranjero

El FMI destaca que Colombia ha registrado uno de los crecimientos más dinámicos de América Latina. El marco creíble de política fiscal y de metas de inflación ha respaldado la acertada gestión de la política macroeconómica, que sirvió de base para una sólida evolución económica a lo largo de la última década”.

A esta evolución han contribuido las grandes empresas del país, así como las facilidades prestadas a los inversores extranjeros por instituciones como Invest in Bogota, que ofrece un asesoramiento integral a quienes pretenden establecer negocio en la ciudad.

Colombia es un país de oportunidades y Bogotá aglutina muchas de ellas. En esta inversión y desarrollo de negocios es fundamental la estabilidad y la buena gestión de algunos bancos del país, como Bancolombia, presidido por Carlos Raúl Yepes, que ha alcanzado más de ocho millones de clientes y más de 25.000 trabajadores.

Otro banco referente por su gran crecimiento en Latinoamérica es el chileno Falabella, caracterizado por tener un modelo diferenciado que combina la solidez de un negocio financiero tradicional con la cercanía a los clientes. Su presidente en Colombia, el español Sergio Muñoz, apuesta por la transparencia en la relación con los clientes y por anticiparse a lo que necesitan.

Su proyecto les lleva a generar riqueza y a trabajar por una Colombia sin pobreza, por eso se han asociado a la Fundación América Solidaria, una ONG de cooperación internacional con presencia en 12 países de América Latina que lucha por erradicar la pobreza.

Hotel BOG.
Hotel BOG.

El mejor sueño

La oferta hotelera es muy amplia y variada y a medida de todos los bolsillos. Una buena apuesta son los hoteles Movich. Muy bien ubicados, ofrecen un trato personalizado a un precio asequible, y entre su clientela predominan los empresarios.

Si busca lujo, sin dudarlo, su hotel es BOG; inspirado en el Museo del Oro, todo a su alrededor es dorado. Cada espacio es una sensación. Tiene una de las mejores terrazas de la ciudad para tomar algo a media tarde.

Otra terraza muy popular al atardecer o la noche es la del hotel Click Clack, el más chic de la ciudad. Entrar en él acerca de algún modo al mundo de Alicia en el país de las maravillas. Sus propietarios, dos jóvenes emprendedores de 30 años, decidieron crear su propio hotel con toques de las grandes vanguardias del arte.

Eligieron pieza a pieza cada uno de los detalles de su interior. Paredes de cristal, tazas invertidas a modo de lámpara, jardines verticales y cajas sorpresa les han hecho ser señalados como referente de decoración por las revistas Wallpaper y Forbes, y ganar el Premio Lápiz de Acero en la categoría Espacios Interiores 2014. No se pierdan su restaurante 100 gramos. Su carta ofrece bebidas y productos biológicos. Pero si lo que busca es tranquilidad, buena localización, unas vistas increíbles y gente relevante de los negocios, la política y el espectáculo, su hotel es EK.

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