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La nueva norma da tres meses al sector para llegar a acuerdos bilaterales

La banca rediseña el mapa de cobro en cajeros con pactos entidad a entidad

Tras la publicación de la nueva regulación de cobro por el uso de cajeros, unas firmas prevén trasladar fuertes comisiones a la competencia y otras aliarse entre ellas.

Un hombre saca euros de un cajero automático. EFE/Archivo
Un hombre saca euros de un cajero automático. EFE/ArchivoEFE
Juande Portillo

La banca cuenta, desde este sábado, con las nuevas y definitivas reglas del juego que regirán el cobro de comisiones por el uso de cajeros automáticos. El real decreto aprobado por el Ejecutivo da al sector hasta el próximo 1 de enero para adaptarse a la nueva normativa, lo que implica que cada entidad tiene tres meses para negociar bilateralmente con el resto cuál es la tasa que les cobrará por dar servicio a sus clientes en su red de cajeros. Las entidades analizan estos días distintas proyecciones de ingresos y costes para decidir qué comisión cobrarán a la competencia antes de sentarse a negociar una cifra final.

La nueva normativa que rige los 50.479 cajeros que hay repartidos por España dicta, básicamente, que sus dueños no podrán cobrar directamente a los clientes de otras entidades que los utilicen, pero que sí podrán imponer a estas firmas la comisión que consideren oportuna.

La entidad emisora de la tarjeta, a su vez, podrá decidir como parte de su política comercial si traslada o no a su cliente este coste o una parte del mismo.La comisión que se derive al particular, en todo caso, nunca podrá ser superior a la que imponga en origen el dueño del cajero, excepto que la retirada de efectivo se haga a crédito, en cuyo caso se podrá cargar además la comisión usual que aplique la entidad por este servicio. Cada entidad podrá llegar un acuerdo con el resto o bien fijar una política general similar para todas.

En caso de no alcanzar pacto alguno, el dueño del cajero será libre de traspasar a su competencia el coste que estime oportuno. Este es el terreno en el que previsiblemente se adentrará CaixaBank que, según fuentes de la entidad, aspira a mantener el cobro de dos euros por el uso de sus cajeros, con la diferencia de que ahora trasladará esta comisión de los particulares a las entidades de la competencia.

Bankia, Sabadell y las entidades adscritas a la red Euro 6000, por su parte, consideran que la alianza comercial que habían alcanzado “cobra ahora más sentido que nunca” y tienen previsto llegar a un acuerdo multilateral para establecerse un coste bajo las unas a las otras. Este podría resultar algo inferior a la tradicional tasa de servicio o de intercambio, que ronda los 60 céntimos.

A partir de ahí, eso sí, cada una deberá decidir cuánto le cobra a las entidades que no formen parte de la alianza. Mientras que unas firmas se inclinan por cobrar dos euros a quienes también se los cobren a ellas otras estiman que una política de tasas bajas animará a los clientes de la competencia a utilizar más sus cajeros, elevando el volumen de comisiones que trasladarán a sus entidades.

Banco Santander y BBVA, por su parte, analizan estos días si bajo la nueva normativa seguirán adelante con su plan de comenzar a cobrar también dos euros por el uso de sus cajeros, solo que pasando el coste a la competencia, o si por contra prefieren llegar a acuerdos con el grueso de entidades. También Banco Popular estudia el impacto de los distintos escenarios en sus cuentas.

Mientras tanto, y aunque la nueva regulación no tiene carácter retroactivo, la plataforma de usuarios de banca Adicae ultima la presentación de una demanda colectiva para reclamar a CaixaBank los dos euros de comisión directa que ha cobrado desde marzo hasta el pasado viernes a los clientes de otras entidades que usaron sus cajeros.

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