La sicav amateur que saca provecho del caos de los mercados
Su gestor, sin experiencia previa, acertó con la fuerte corrección que han sufrido las Bolsas El 75% del patrimonio está ahora en liquidez y el resto en acciones de Santander, Axa, Linde...
Imagínese. Una carrera de 1.500 metros. Un espontáneo se cuela justo en la salida. El intruso, no contento con correr codo con codo con los atletas profesionales, logra colocarse en cabeza y acaba entrando el primero en la línea de meta. ¿Fantasioso? ¿Hollywoodiense? Tal vez, pero es justo lo que ha ocurrido durante el último trimestre en el mundo de la gestión de activos.
Smart Social Sicav es lo más parecido a un amateur que hay en el ámbito de los fondos de inversión. Fue creada en enero por un grupo de aficionados a la Bolsa. Su gestor, Antoni Fernández, nunca había trabajado para una firma de inversión. Para llegar a ocupar este puesto su mérito fue ganar un concurso de gestión de carteras, organizado en la red social de inversores Unience.
El proyecto, llamado Incubadora de Gestores, acabó despertando la atracción de más de un centenar de pequeños inversores, que aportaron inicialmente 2,4 millones de euros para constituir formalmente Smart Social Sicav y poner a Antoni Fernández a los mandos.
La primera sicav nacida de las redes sociales echó a volar en mayo de 2015 y los resultados obtenidos en los primeros meses de vida han sorprendido a toda la industria. Smart Social Sicav acumula en cinco meses una rentabilidad del 4,3%. Este desempeño podría pasar inadvertido si no fuera porque en este mismo periodo el S&P 500 (principal índice de referencia de la Bolsa de Estados Unidos) se ha desplomado un 10%, el Ibex 35 un 16,41% y Dax alemán más de un 17%.
Así que, en mitad del caos bursátil, Fernández ha logrado no solo capear el temporal sino esquivar los números rojos. Durante el mes de agosto, cuando las Bolsas vivieron las mayores correcciones por los problemas de la economía china, Smart Social Sicav logró repuntar un 4,1%. Mientras, la mayoría de sicav y fondos registrados en España se tiñeron de rojo. ¿Cómo pudo hacerlo?
Antoni Fernández basa sus decisiones de inversión en el análisis técnico. En julio advirtió de que percibía al menos 10 síntomas de que los mercados bursátiles sufrirían una importante corrección: el Dax alemán suele caer en agosto, el Nasdaq y otros índices estaban en niveles máximos, los mercados llevaban meses con un movimiento lateral (sin tendencia clara de subida o de bajada)...
Cuando se apuesta todo al rojo
Tras tener claro su diagnóstico, apostó en consecuencia: todo al rojo (o casi todo). Fernández invirtió el 62% de su cartera en posiciones bajistas sobre futuros de Dax, S&P, Eurostoxx y Nasdaq.
El crac de la Bolsa de China, el lunes negro (24 de agosto) y los desplomes en los parqués de medio mundo confirmaron la teoría de Antoni Fernández y permitieron que la sicav que dirige ganara dinero cuando todo el mundo lo perdía.
Tras su exitosa apuesta bajista, Smart Social Sicav frenó en seco. El vehículo, con un patrimonio de nueve millones de euros, recogió sus redes y se puso al comienzo de septiembre con un 100% de liquidez, algo rarísimo de ver en el mundo de los fondos de inversión. “Por ahora no vemos claro ningún suelo sólido de mercado para configurar cartera alcista de medio plazo”, apuntaba en su informe para inversores.
Tras un mes de esperar y observar, el viernes pasado Antoni Fernández volvió a moverse, aunque con cautela. Smart Social Sicav mantiene tres cuartas partes de su cartera en liquidez, pero con el 25% restante ha tomado posiciones en algunas compañías: Banco Santander, Linde, Axa, Telefónica, Carrefour... Ahora, sin ningún derivado, confiando en que estas acciones se revalorizarán después del fuerte castigo bursátil que han sufrido estas grandes compañías.
Habrá que ver ahora si con Smart Social Sicav ha nacido un gran velocista, o un corredor de fondo.