Un débil dato asumible en EE UU
En Estados Unidos se crearon muchos menos empleos de lo esperado –142.000– el mes pasado al caer la participación laboral. Sin embargo, las reacciones instintivas que sugieren que el mercado laboral está de repente perjudicado son exageradas. El subempleo, el desempleo a largo plazo y otras métricas siguen mostrando una mejora constante.
El panorama laboral ha ido mejorando gradualmente, pero durante el tiempo suficiente como para que el resultado global sea la creación de 12,7 millones de puestos de trabajo desde el punto más bajo en 2010 y un descenso en la tasa de desempleo del 10% de ese año al 5,1% el mes pasado –acercándose al rango en que la mayoría de los economistas calculan que representa el pleno empleo sostenible–.
Las reacciones que sugieren que su mercado laboral está de repente perjudicado son exageradas
Los estadounidenses que trabajan a tiempo parcial porque lo necesitan por razones económicas ascendieron a poco más de 6 millones –la cifra más baja en siete años–. También hay signos de mejoría en el desempleo a largo plazo. En el 26,6% de todos los desempleados, el tamaño del grupo que lleva sin trabajo más de 27 semanas fue el segundo más bajo desde principios de 2009. La parte de la fuerza laboral que busca de trabajo después de haber perdido un empleo también marcó un nuevo mínimo tras la recesión del 2,5% en septiembre.
La tasa de actividad sigue siendo una gran advertencia. Solo el 62,4% de los trabajadores potenciales tienen un puesto de trabajo o buscan activamente uno, un nuevo mínimo en el largo plazo. Esta es, sin embargo, una cifra difícil que está influida por los cambios demográficos, como la llegada de la edad de jubilación de la gran generación del baby boom.
Si bien no hay ninguna justificación para sacar la pancarta de “misión cumplida”, un mes con datos de aspecto algo débil no significa que la recuperación económica de Estados Unidos abandone la senda. Las cifras de septiembre pueden simplemente reflejar que el mercado de trabajo se acerca por fin a punto de equilibrio saludable.