El mundo económico pide “diálogo y tender puentes”
Goirigolzarri reclama serenidad para afrontar una situación “demasiado complicada” Bonet reivindica el acuerdo que garantice la estabilidad económica
Los representantes empresariales cambiaron ayer el tono de su discurso sobre el futuro de Cataluña tras los comicios del 27S. Del catastrofismo y del alarmismo ante la posibilidad de una declaración unilateral de independencia se pasó a otro relato bien diferente, reclamando diálogo y entendimiento ante la fuerte fragmentación del parlamento y de la sociedad catalana. Y el que mejor lo ejemplificó fue el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, quién reivindicó “cordura y serenidad” a los partidos políticos electos en Cataluña, a los que instó a “construir puente”. Así lo aseguró en el transcurso de una conferencia en Bilbao, organizada por la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi (Adype), en la que insistió en que ahora era el tiempo de los políticos. “Tenemos que pedirles y todos tenemos que contribuir a eso, cordura, serenidad y que se construyan puentes y que, entre todos, luchemos por una cosa que, en definitiva es la que tenemos que pretender, que es mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos y de los ciudadanos catalanes”, apuntó el presidente de Bankia, que descartó que la red de la entidad financiera en Cataluña corra peligro. “La situación es lo suficientemente compleja, desde el punto de vista objetivo, como para que encima hablemos de escenarios catastrofistas, que no son, en absoluto, el escenario central”, insistió.
También se pronunció ayer uno de los grandes detractores de la independencia de Cataluña. José Luis Bonet, presidente de Freixenet y de la Cámara de Comercio de España reclamó respeto por la votación del 77% de los catalanes. “Sin embargo la incertidumbre se ha materializado en el resultado y eso es bastante perjudicial para la buena marcha de la actividad de las empresas y de la economía”. En este escenario, pidió un esfuerzo grande y diálogo en favor de la estabilidad porque de eso depende el bienestar de la gente. ”Es fundamental la defensa de un sistema que ha llevado a una situación de bienestar que era inimaginable y eso hay que preservarlo”, concluyó. Bonet publicó junto al presidente de la patronal CEOE Juan Rosell una carta en el diario La Vanguardia el pasado 7 de septiembre, en la que reclamaban a la clase política que “concentrara sus energías en aprovechar los cauces del diálogo para mejorar el encaje de Cataluña en el Estado y para que se reconozca plenamente la importancia de su aportación al resto de España y su peso institucional”.
Reacciones de Berlín y Bruselas
Alemania: El eco de las elecciones catalanas también ha llegado a los socios europeos. “Estamos convencidos de que es importante que se mantenga el Estado de Derecho, tanto en lo relativo a los tratados de la UE como en lo relativo a la legislación nacional, por ejemplo la Constitución española”, aseguró ayer Steffen Seibert, portavoz de la canciller Angela Merkel, en línea con lo dicho por el primer ministro británico, David Cameron, o el presidente francés, Francois Hollande.
Comisión Europea: La que sí evitó hacer cuaquier pronunciamiento respecto a Cataluña fue la Comisión Europea. “La CE, por principio, no comenta las elecciones regionales, es un tema interno de España. No le corresponde expresar una postura sobre una cuestión de organización interna relacionada con las disposiciones constitucionales de un estado miembro”, dijo el portavoz comunitario Margaritis Schinas.
Reformas pendientes
Algunas patronales fueron más allá al dar por amortizado el escenario de secesión y plantear las prioridades que deberá afrontar el siguiente Ejecutivo. Es el caso de la Confederación Empresarial Comarcal de Terrassa (CECOT), cuyo presidente, Antoni Abad, reclamó “coraje político” al futuro gobierno de Cataluña y a los partidos que formarán el arco parlamentario para desarrollar las grandes reformas pendientes. “Es necesario el máximo consenso posible para llevarlas a cabo con éxito y que sea en un marco de relaciones institucionales más estable y desde la base de un respeto mutuo”, detalló en un comunicado hecho público ayer por la mañana. En opinión de Abad, la prioridad del nuevo gobierno “tiene que ser trabajar para mejorar la competitividad-país y para hacerlo, entre otras cosas, se deben impulsar las reformas estructurales pendientes”.
Empresaris de Catalunya, otra de las patronales que había expresado su preocupación por un supuesto escenario de secesión, se mostró menos alarmista después de conocer los resultados. El presidente de la patronal, Josep Bou, recalcó que los resultados obtenidos en la elecciones de Cataluña “no satisfacen a los empresarios, pero sí tranquilizan”. Bou hacía alusión al hecho de que la CUP, el futuro socio de Junts pel Si, descartara una declaración unilateral de independencia.
Plan de choque contra la pobreza
Los sindicatos también terciaron en el debate sobre el futuro de Cataluña. UGT consideró que hay que abrir una etapa de diálogo que conduzca a una solución que pase porque los catalanes ejerzan su derecho a decidir para resolver cuál debe ser la relación de Cataluña con el Estado. “Lo primero que deberá hacer el Parlament tras constituirse será priorizar las políticas de lucha contra el paro, la defensa de la sanidad, la educación y los servicios sociales e impulsar un verdadero plan de choque contra la pobreza”, apuntó en un comunicado. Por su parte, CCOO remarcó que el resultado del 27S demuestra que existe un problema real en la relación entre Cataluña y el Estado. “Solo se podrá resolver con negociación política y el derecho a decidir de los catalanes”, apuntó en otro comunicado, en el también pidió un plan de choque contra el paro, la precariedad y la pobreza.
Feito: “Habrá inestabilidad en el gobierno, pase lo que pase con la secesión”
“Este no es el final de la guerra, pero es el principio del fin del independentismo como fuerza mayoritaria”. Con esta frase, José Luis Feito, presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), valora a CincoDías la situación en la que queda Cataluña tras las elecciones del 27-S, con un parlamento fraccionado y una opción mayoritaria (Junts pel Si) que necesitaría de muchos apoyos para gobernar. “Habrá inestabilidad de gobierno, ocurra lo que ocurra. Si se transita por la hoja de ruta de la secesión, será un camino corto, no por Madrid, sino por la ley. España es un estado de derecho y la Justicia frenará esos avances. Si se opta por abandonar la hoja de ruta del independentismo, el gobierno estará demasiado debilitado, más aún si sale en las generales un Ejecutivo dispuesto a proseguir con las reformas”. apunta.
El presidente del IEE apunta que si el Ejecutivo autonómico que salga de las elecciones no abandona las reivindicaciones independentistas, el impacto puede ser muy importante en la economía catalana. “La retórica independentista no ha tenido un impacto muy importante todavía. Seguramente se producirán movimientos de empresas y de ciudadanos que estén dispuestos a recomponer sus activos financieros, tal y como sucedió con Quebec”, apunta. Feito concreta que se producirán fugas de depósitos y deslocalizaciones de empresas ante la falta de certidumbre jurídica. “No serán muy importantes en términos agregados, pero sí tendrían la vistosidad que no han tenido cuando no había hoja de ruta por la secesión”.
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