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Mediante lagunas artificiales "ilimitadas"

El agua turquesa del Caribe llega a España

La compañía Crystal Lagoons desarrolla su primer proyecto en una promoción inmobiliaria en Andalucía. El lago más espectacular está en Dubái: 40 hectáreas.

Alfonso Simón Ruiz

Imagine una playa artificial en medio del desierto de Los Monegros, en un hotel de Madrid o en tercera línea de playa en Marbella. Sienta ahora que esa línea de costa es de aguas cristalinas, de color turquesa, con arena blanca, a semejanza de las islas caribeñas o del Índico. Pues ese sueño es real, solo a falta de que algún promotor inmobiliario quiera llevarlo a cabo en España.

La empresa Crystal Lagoons, de origen chileno, ha desarrollado lo que ellos denominan “lagunas cristalinas de tamaño ilimitado”. De hecho, su primer proyecto concluido fue una megapiscina de ocho hectáreas (alrededor de 16 campos de fútbol) en la ciudad chilena de San Alfonso del Mar, un logro desquiciado que valió un récord Guinness.

El inventor de estas inmensas balsas de agua turquesa es el promotor inmobiliario chileno Fernando Fischmann. En 1997, recibió el encargo de construir una superpiscina en San Alfonso del Mar que aprovechara la línea de costa, ya que el litoral en esa parte del Pacífico es infranqueable para bañistas e imposible para deportes náuticos. Su primer intento de recrear una playa caribeña fue un fracaso absoluto. A los pocos días, el agua estaba verde. Así que decidió no cejar en el empeño y viajó por todo el mundo buscando una I+D que lo permitiera. Pero no la encontró. ¿Solución? Desarrollar por sí mismo la tecnología.

El resultado está patentado en 160 países. El fondo, que suele llegar a una profundidad de 2,45 metros, es de un material plástico llamado liner, aunque adaptado para Crystal Lagoons. La tecnología es un sumatorio de innovaciones químicas, de materiales, de filtración, de obtención y tratamiento del agua, según relata un portavoz de la empresa en España. Sobre el coste no ofrece detalles, porque la compañía solo realiza el proyecto y la construcción depende de un promotor, que puede incorporar todo aquello que ambicione: playa, chiringuito, muelles, puentes, islas, jardines... El único dato aportado es que tiene un coste de construcción promedio 10 veces inferior al de una piscina tradicional. Además, utiliza 100 veces menos de productos químicos y hasta un 2% de la energía requerida por los sistemas de filtración habituales.

La empresa va a anunciar su primer proyecto en España, en una promoción inmobiliaria de segunda residencia en Andalucía, en tercera línea de costa. Desde la firma se asegura que nuestro país es ideal para estos proyectos por su clima y atractivo turístico, no solo en resorts de playa, sino en destinos urbanos como Madrid o cualquier ciudad del sur que quiera brillar con aguas cristalinas. Precisamente esta solución está pensada para otorgar mayor rentabilidad a proyectos inmobiliarios, hoteleros o de golf (también en zonas urbanas) aunque estén a kilómetros de la costa.

Actualmente se llevan a cabo 300 proyectos en 60 países. El más espectacular de todos ellos, como no podía ser de otra forma, está en Dubái: un lago de 40 hectáreas, dentro de un desarrollo de puro lujo donde se comercializan villas a partir de 10 millones de euros.

Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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