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Columna
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Las economías de Asia, libres de la Fed

La Reserva Federal está nerviosa por los inestables mercados y una economía china en desaceleración. Pero aún más importante que la decisión del banco central de Estados Unidos de mantener los tipos de interés a corto plazo en niveles cercanos a cero es que los encargados de hacer las políticas están perdiendo la confianza en el futuro de la economía estadounidense. Eso puede haber abierto una vía de escape para las presionadas economías de Asia.

La expectativa del mercado es que los tipos de interés en Estados Unidos ni siquiera lleguen a un 3% en cinco años. Esta duda sobre el crecimiento puede detener el rally del 16% del dólar estadounidense frente a las monedas de sus socios comerciales en el último año. Las salidas de capital de Asia, que han alcanzado los 500.000 millones de dólares (unos 440.000 millones de euros) desde junio del año pasado, podrían incluso revertir si la presión sobre las monedas de la región se redujera.

La situación aliviará a los responsables políticos en China, India y otros países que un día vivieron un rápido crecimiento

Eso traerá gran alivio para los responsables políticos en China, India y otras economías que una vez vivieron un rápido crecimiento y da a estos países la oportunidad de recortar los los tipos de interés con más audacia y sin tener que preocuparse de una caída de sus monedas frente a un resurgimiento del dólar. Eso puede ayudar a revivir la decreciente demanda interna en Asia, en beneficio de la economía global.

El peligro es que el pesimismo de la Fed aliente a algunas economías asiáticas de fatigadas de reformas a alcanzar atajos para el crecimiento. Pero alentar a las familias y las empresas a aumentar sus ya considerables deudas es peligroso cuando ni salarios ni ganancias corporativas están creciendo lo suficientemente rápido como para justificar un mayor apalancamiento.

Con el tiempo, la Fed subirá los tipos. Pero en ausencia de presiones inflacionistas, es poco probable que los tipos de interés aumenten dramáticamente. Si el dólar comienza a reflejar ese punto de vista, las economías asiáticas tendrán la oportunidad de revivir el crecimiento. Deberían utilizar sabiamente la prórroga.

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