El G20 pide a China acabar con la guerra de las divisas
El comunicado final incluye una mención expresa para limitar la devaluación de monedas Luis de Guindos reconoce que China ha focalizado todas las miradas en la cumbre
Los ministros de Finanzas de las grandes potencias han reclamado a China que firme la paz en la conocida como 'guerra de las divisas' y que se abstenga de realizar nuevas devaluaciones competitivas. Con estas medidas creen que se podrían contener las tensiones surgidas tras el desplome de los mercados bursátiles del gigante asiático.
Tanto los banqueros centrales como los ministros de Finanzas de los países integrantes del G-20 (donde están todos los grandes bloques económicos del planeta) se reunieron ayer en la capital de Turquía, Ankara, y, en un comunicado conjunto, han reclamado un compromiso para evitar devaluaciones competitivas. Esta petición se produce tan solo tres semanas después de que China, en un intento de reactivar su economía, optara por devaluar su moneda para hacer más atractivas su exportaciones.
La ralentización del PIB chino y algunos inquietantes indicadores macroeconómicos adelantados han provocado en los meses de julio y agosto un profundo ajuste del mercado de renta variable, que se ha expandido a otros mercados emergentes. El descontrol de sus Bolsas ha puesto a China a la defensiva y ha llevado a Pekin a tomar medidas excepcionales para tratar de contener el desplome.
"Las explicaciones de la delegación china han sido el foco central de los dos días de reunión", explicaba a los periodistas el ministro español de Economía, Luis de Guindos.
El crédito barato no es suficiente
El grupo de las 20 principales economías industrializadas y emergentes del mundo está esperanzado con poder acelerar el crecimiento económico global aunque reconoce que sus expectativas anteriores no se han cumplido.
Así lo señala la declaración final de la cumbre: “El crecimiento global está por debajo de nuestras expectativas. Nos hemos comprometido a tomar acciones decisivas para mantener la recuperación económica en marcha y confiamos en que la recuperación se acelere de nuevo”, señala el documento.
El grupo espera poder mejorar las perspectivas de crecimiento con una serie de medidas “cuidadosamente calibradas”, asegura el texto. Especial énfasis se pondrá en las decisiones monetarias “para minimizar los efectos negativos, mitigar incertidumbres y promocionar la transparencia”.
Por otra parte, la declaración señala que los países del G20 “toman nota” de que en línea con una perspectiva económica mejorada, “es más probable que se restrinja la política monetaria”, en aparente referencia a una posible subida de tipos de interés en Estados Unidos.
Por otra lado, los ministros y banqueros centrales del G20 insistieron hoy en el fomento de las inversiones, lo que calificaron como “máxima prioridad”.
“Para ello, hemos preparado estrategias de inversión para cada país”, concluye la declaración final de una reunión, considerada como preparatoria para la cumbre de jefes de Estado del G20 el próximo 15/16 de noviembre en Antalya, en el sur de Turquía.