_
_
_
_
_
Los expertos ven oportunidades de inversión en el segundo semestre

¿Se reactivará el mercado de deuda corporativa este año?

Thinkstock

Como si de una planta delicada se tratara, las emisiones de deuda corporativa necesitan un clima adecuado para florecer. Ese entorno propicio para que las empresas se financiaran emitiendo bonos se dio sin duda en el primer trimestre del año. Bajos tipos de interés, relativa calma en el mercado y un plan de estímulos del Banco Central Europeo (BCE) que implica la compra de deuda pública por 60.000 millones al mes hasta septiembre de 2016. Aunque el apoyo del organismo presidido por Mario Draghi continúa, el escenario ha cambiado. Las turbulencias en China, el adelanto electoral en Grecia solo siete meses después de la última cita con las urnas en el país heleno y la próxima subida de tipos de la Reserva Federal estadounidense invitan a la cautela en el mercado de deuda corporativa.

Javier Domínguez de Auriga, indica que “en cuanto existe una ventana de estabilidad, las empresas las aprovechan”.Por eso se lanzaron en tromba a emitir deuda en el primer trimestre del año.El 9 de enero, Hipercor captó 500 en bonos a siete años con cupón del 3,9%. Con esa emisión se dio el pistoletazo de salida a un frenético trimestre en el que las mayores operaciones estuvieron protagonizadas por Repsol, que captó 2.000 millones en marzo, Adif (1.000) e Iberdrola (600). En el segundo trimestre, apenas Colonial y Red Eléctrica se animaron a emitir.

La convocatoria electoral en Grecia paralizó las emisiones. Por eso, entre enero y julio, el total de deuda corporativa colocada ascendió a 11.900 millones, lo que apenas representa el 17% del total de deuda emitida en España y se sitúa un 14%por debajo de la vendida el año pasado en ese mismo periodo (14.411 millones), según datos de Dealogic.

Da cuenta de la necesidad de un ambiente sin incertidumbres para que las empresas se animen a emitir bonos el hecho de que en cuanto se disiparon los temores sobre la salida de Grecia del euro, gracias al acuerdo para un tercer rescate por hasta 86.000 millones de euros, Cellnex reabrió el mercado de deuda corporativa en España por la puerta grande al captar el 20 de julio 600 millones en bonos a siete años.

Perspectivas inciertas

En los siete primeros meses del año las emisiones de deuda corporativa enEspaña han caído a su nivel más bajo desde 2012.El año pasado, en los siete primeros meses del ejercicio se emitieron 14.411 millones de euros en bonos corporativos.Un año antes esa cifra fue aún mayor (17.439 millones).El porcentaje sobre el total de la deuda también es el menor de los tres últimos años. En 2014 la deuda privada supuso un 19%;en 2013, un 22% y en 2012, un 18%.

¿Seguirá esta tendencia a la baja o volverán las emisiones de deuda corporativa? El hecho de que la búsqueda de liquidez y de nuevas vías de financiación sea ahora algo menos acuciante para las empresas y las incertidumbres que golpean al mercado pueden causar que los momentos de mayor intensidad en el mercado de bonos privados haya quedado atrás este año.

A pesar de ello, los inversores siguen interesados en este tipo de deuda, tal y como reflejan las últimas emisiones. Domínguez, de Auriga, pone como ejemplo del apetito inversor por la deuda corporativa española la última emisión de cédulas hipotecarias de Bankia. “Había peticiones por casi el doble y el 85% de los inversores eran internacionales”, destaca. Eso sí, este experto añade que “es cierto que con la cercanía de las elecciones habrá lío en el mercado ligado a las encuestas, porque cuando hay volatilidad, los inversores se paran y el dinero se retrae”.

En caso de que las incertidumbres sobre China,Grecia, la Fed y las elecciones españolas den un respiro a los mercados, algo difícil de predecir a día de hoy dado que son muchos factores diversos los que inquietan a los inversores, Francisco Arco, analista de XTB, cree que a la vuelta del verano podrían regresar las grandes emisiones.En su opinión, seguirá siendo una alternativa atractiva para las empresas, sobre todo gracias al entorno de bajos tipos de interés, al tiempo que continuará atrayendo a los inversores, porque “siempre existirá apetito por obtener rentabilidad relativamente segura a un vencimiento”.

Caída de tipos

El primer trimestre del año fue el momento de más emisiones de deuda privada gracias al reclamado quantitative easing (QE) de Mario Draghi, que recibió el visto bueno el 22 de enero.Aunque ese día solo se anunció su aprobación por parte delConsejo de Gobierno del BCE (hubo que esperar a marzo para que la institución comenzara a adquirir bonos), la duración del programa y el importe del mismo, los inversores no tardaron en reaccionar a la noticia. Mientras la Bolsa lo festejaba con alzas, en el mercado de deuda se imponían las caídas de rentabilidad.

En apenas dos meses, el rendimiento del bono español pasó del 1,72% al 1,14%, su mínimo histórico, registrado el 12 de marzo de este año. Esta tendencia tuvo su réplica en el resto de países europeos (el bund alemán bajó hasta el 0,07%), pero también en la renta fija corporativa. Con este panorama como telón de fondo, muchas firmas acudieron al mercado de deuda para financiarse. En algunos casos, de hecho, aprovecharon la situación para canjear los bonos en circulación por otros con menor interés.De esta forma, las empresas conseguían sacar partido de las ventanas de liquidez para mejorar su perfil crediticio al emitir a los tipos más bajos de su historia.

En un entorno de tipos bajo mínimos y de exceso de liquidez, empresas y bancos no dudaron en aprovechar la ocasión para cambiar el perfil de sus acreedores y ser menos dependientes de la banca. Mientras las compañías conseguían tipos más bajos, los bonos que cotizaban en el mercado secundario también vieron cómo su rentabilidad menguaba. De hecho, aunque ninguno llegó a registrar intereses negativos, algunos estuvieron a punto. En la actualidad, el interés más bajo es el que registra un bono de Santander con vencimiento en agosto de 2017 y que paga un 0,089%.

Estos últimos meses no han estado exentos de tensiones. En mayo se produjeron ventas masivas de bonos públicos, que habían alcanzado rentabilidades mínimas históricas. En el caso del bono español a diez años, pasó del 1,14% al 1,89% en dos semanas. La deuda pública no ha regresado a sus suelos históricos alcanzados al calor del plan del BCE, un aviso a navegantes.

Emisiones en negativo

El descenso continuado de los tipos de interés en el mercado de deuda hizo que en abril, apenas un mes después de que el BCE comenzara con las adquisiciones de deuda, bonos públicos por valor de cerca de 2,5 billones cotizasen en negativo. Pero los tipos de interés por debajo de cero no se vieron solo en la deuda ya emitida y en circulación, sino que se trasladaron también a las colocaciones. El 7 de marzo, el Tesoro Público español emitió por primera vez en negativo.

La hazaña que consiguió el erario públicono pudo ser alcanzada por ninguna firma española, pero esta anomalía (cobrar por colocar deuda en lugar de ofrecer un interés) sí ocurrió en el extranjero. La compañía de alimentación Nestlé logró en febrero emitir 500 millones a un interés por debajo de cero.

El renacer del mercado de titulizaciones

Después de años cerrado a cal y canto, ha sido en 2015 cuando el mercado de las titulizaciones ha vuelto a abrirse. El encargado de dar el pistoletazo de salida fue Santander, que en febrero colocó 668 millones junto a la entidad financiera Banque PSA Finance. Posteriormente, en junio, UCI, la financiera perteneciente a la entidad que preside Ana Botín y a BNPParibas, emitió su primera titulización hipotecaria desde 2007. En concreto, UCI colocó a finales de mayo un paquete de 450 millones en hipotecas que tienen como garantía vivienda residencial.

El mercado de titulizaciones alcanzó su máxima expresión en 2007, con cerca de 140.000 millones de euros. Sin embargo, el estallido de la crisis financiera internacional y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria enEspaña llevaron a las entidades a cerrar esta puerta de financiación. No obstante, este año se está viviendo una recuperación y en los seis primeros meses se han emitido 15.000 millones.

Junto a Santander, los otros protagonistas han sido EvoBanco y BBVA, que en los últimos tres meses han creado fondos por más de 5.000 millones al calor de la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial, que dota de una nueva regulación a los bonos de titulización.El objetivo que persigue el Ejecutivo, y en concreto el Ministerio de Economía, es que las entidades financieras agrupen créditos para colocarlos en el mercado a fin de obtener liquidez.

Este mercado también ha sido objeto de la intervención del BCE. En concreto, en noviembre de 2014 Mario Draghi comenzó a adquirir titulizaciones con el objetivo de combatir la baja inflación y estimular el crédito.Desde diciembre, el BCE ha adquirido 6.000 millones de este tipo de activos.

Archivado En

_
_