Linde multiplica las contrataciones ante la nueva supervisión europea
El Banco de España se refuerza. Ante la demanda de personal que le llega desde Fráncfort ha ofertado 154 empleos fijos y al menos 41 temporales. El grueso para técnicos e inspectores.
El modelo de vigilancia de la banca está en plena transformación. De un lado porque cada vez cobra más importancia la supervisión basada en las llamadas inspecciones in situ y en los agentes integrados en el seno de las propias entidades. De otro, porque desde el pasado otoño la lupa que escruta a las grandes entidades españolas es ya de carácter europeo.
Tratando de adaptarse a ambas tendencias y a las necesidades de personal que implican, el Banco de España ha multiplicado este año el volumen de contrataciones que lleva a cabo. Concretamente, en lo que va de 2015 ha ofrecido 154 puestos indefinidos frente a los 55 que ofertó en los 10 últimos meses de 2014 (único periodo del que aún se ofrecen datos públicos).
La cifra supone prácticamente triplicar el fichaje de profesionales. El organismo, además, ha anunciado un mínimo de 41 plazas temporales, sin llegar a especificar el número de contrataciones que llegará a hacer en varios de los departamentos.
Entre las plazas fijas ofertadas, 28 se han destinado a la contratación de inspectores de entidades de crédito. La cifra, admiten desde el Banco de España, supone más que duplicar el ritmo habitual de contratación de entre 10 a 12 inspectores al año y supera incluso las 25 plazas que se ofrecieron durante el pasado ejercicio, cuando el supervisor comenzó a enviar a sus especialistas a Fráncfort. El grupo que más fuertemente se ha reforzado, sin embargo, es el de los técnicos, con 56 contrataciones fijas.
Estas dos categorías, las más requeridas por el nuevo supervisor europeo, suponen el 60% de todas las contrataciones fijas ofrecidas por el Banco de España este año. El supervisor español, que cuenta con unos 2.600 empleados, ya admitió el pasado año que la creación del Mecanismo Único de Supervisión afectaría especialmente a la Dirección General de Supervisión, que cerró 2014 con solo 399 empleados, la cifra más baja en años.
“Según nuestras estimaciones, para poder atender las necesidades del nuevo modelo de supervisión, la plantilla objetivo de nuestra Dirección General de Supervisión debe situarse en unas 440 personas”, avanzaba el pasado noviembre el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, anunciando que el supervisor había “iniciado ya los procedimientos de selección y contratación de personal para cubrir estas vacantes”. Después de todo, en solo dos meses de vida el MUS contaba ya con más de un centenar de profesionales españoles, el grueso procedentes del Banco de España.
El proceso de selección del supervisor español es exigente. El concurso oposición para ser inspector incluye pruebas de estadística, derecho mercantil, inglés, o cuestiones sobre el sector financiero español. Este año se preguntaba por el funcionamiento del Fondo de Garantía de Depósitos, la generación e impacto de activos fiscales o las novedades de la Ley de Cajas. Quienes superan las pruebas pasan a ser formados durante 10 meses antes de la selección definitiva de los contratados.
Los otros puestos
Aunque el MUS es el principal motivo del auge en las contrataciones, desde el Banco de España aseveran que fuera de las necesidades que genera el proyecto europeo el volumen de empleos ofertados entra dentro de la normalidad dado el ritmo normal de jubilaciones.
Hay que tener en cuenta, además, que no todo el personal fijo contratado está destinado a la inspección. Así, otras 12 plazas se destinan a economistas titulados, sobre todo para el servicio de estudios; 10 para documentalistas; 8 para técnicos informáticos; 8 para letrados; 8 para gestores de recursos humanos; 22 son para expertos en sistemas de información y 2 más para especialistas en estadística.