Exportar más y a más sitios
La positiva evolución de las exportaciones en la primera mitad del ejercicio, superándose una vez más a sí mismas con un crecimiento del 4,9% hasta un nuevo máximo histórico, ha alcanzado una velocidad de crucero tal que va a desembocar en otro récord a fin de año. Si no se trunca por un cambio en la virtuosa senda de la moderación salarial y de los precios, esos dos factores que han hecho recuperar a España una parte muy importante de la competitividad perdida en los años anteriores a la crisis, el camino para ello está expedito. Y no depende de factores exógenos, sino de acertadas políticas económicas, que se preserve esa competitividad que tanto esfuerzo ha costado recuperar. Será muy necesaria cuando factores que sí son externos, como la evolución a la baja del euro o del precio del petróleo, dejen de ser viento en la popa de las ventas al exterior.
Las grandes empresas, con la automoción a la cabeza, siguen siendo las que tiran con fuerza de las ventas de España al exterior. Por áreas geográficas, el empuje viene de los grandes socios comerciales de la UE, que son nuestros principales clientes. Dos características que sugieren dos amplias oportunidades: el enorme campo para que las pymes se desarrollen mucho más en el exterior y la infinidad de mercados que quedan por atacar.