Evaluar daños: una ciencia imperfecta
Primero fueron los reguladores, ahora vienen los clientes. Varios grandes bancos de Estados Unidos han tenido que enfrentarse a las reclamaciones de clientes sobre la manipulación en el mercado de divisas, planteando la cuestión de si podrían surgir casos similares en lugares como Londres y Hong Kong. Sin embargo, dimensionar los daños sufridos por los clientes está lejos de ser una ciencia exacta.
El primer desafío es identificar la manipulación de las tasas. Los extraños cambios en el mercado de divisas que se produjeron sin razón aparente en el período previo a la fijación de tarifas según una moneda de referencia parecen un buen sitio por el que empezar. La firma de asesoramiento financiero Fideres dice que identificó movimientos anómalos durante el 20% al 30% de los días de ajuste de referencia a fin de mes entre 2007 y 2013. El análisis desharía los movimientos provocados por noticias de última hora, pero podría tener dificultades para tener en cuenta algunas otras transacciones perfectamente legales.
Podría ser difícil mostrar exactamente lo que perdió un cliente a causa de la manipulación del mercado
Si las posibles víctimas de la manipulación del mercado de divisas llegan lo suficientemente lejos en el proceso legal, podrían, por supuesto, obtener el tipo de datos que podrían ayudar a determinar si hubo intentos de manipular los tipos de cambio. Incluso entonces, surgen un par de problemas.
Uno es que podría ser difícil mostrar exactamente cuánto dinero perdió un cliente a causa de la manipulación del mercado. Solo una parte de un movimiento de divisas podría ser debido al intento de retoques. En segundo lugar, una víctima potencial tendría que comerciar con grandes cantidades de divisas –a veces, decenas o cientos de miles de millones de dólares– para sufrir pérdidas muy importantes, aseguran los expertos.
Por último, manipulación de la moneda podría costar a los inversores dinero un día, pero darles dinero otro. Es poco probable que los bancos utilicen esto como una defensa, por supuesto. Están más preocupados por su reputación y la cantidad de tiempo y dinero empleados en investigar las reclamaciones por manipulación. Trazar una línea debajo de todo el escándalo de la manipulación es probablemente más importante que asegurarse de que la línea se dibuja en el lugar correcto.