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Los fletes seguirán en niveles muy deprimidos, según Anave

El transporte marítimo navega en aguas procelosas

Uno de los indicadores más fiables, no solo para medir la evolución del transporte por mar de las principales materias primas sólidas, sino también el estado de la economía mundial, es el índice Baltic Dry. Después de haber alcanzado su máximo histórico a mediados del año 2008, cuando se situó en más de 11.700 puntos, la crisis hizo que se hundiera de forma abrupta. Siete años después, el 18 de febrero pasado, tocó su nivel más bajo desde 1986, 509 puntos.

Siguieron cinco meses de lenta fase alcista. El mes pasado, sin embargo, la Asociación de Navieros Españoles, Anave, advirtió: “Hay dudas sobre si esta recuperación –que se ha acelerado desde finales del mes de mayo aunque todavía el índice se mantiene en niveles objetivamente bajos– se debe a un cambio de tendencia en el comercio mundial; algunos analistas alertan de que se trata de una circunstancia coyuntural”. Después de que alcanzara los 1.222 puntos el 5 de agosto, la evolución de la cotización se encargó de alentar aún más esta duda, puesto que a partir del día siguiente el Baltic Dry no paró de bajar, hasta llegar a los 1.046 dólares registrados el jueves pasado. Repuntó ligeramente a partir del viernes, y ayer cerró en 1.063 puntos.

Los últimos datos sobre el mercado internacional del transporte marítimo –el más importante de todos, puesto que el 90% de las mercancías que se comercian en el mundo viajan por mar– no son unívocos. La consultora Clarkson calcula que el tonelaje transportado el año pasado aumentó un 4,1%, hasta unos 10.520 millones de toneladas. El año anterior el incremento fue del 3,8% (9.600 millones de toneladas), “como reflejo de un crecimiento difícil de la economía mundial”, destacó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre comercio y desarrollo en un informe.

Sin embargo, los fletes –los alquileres de la capacidad de carga de un buque por un tiempo o por un determinado recorrido–, tanto los de petroleros como de los barcos que transportan mercancías a granel, disminuyeron con fuerza en los primeros nueve meses de 2014. Si bien a partir de aquel entonces ambas tipologías de transporte registraron una decidida recuperación, este proceso se interrumpió bruscamente en el caso de los graneleros, cuyos fletes llegaron a descender un 60% en el primer trimestre de este año. Este dato negativo coincidió con el desplome, en febrero, del Baltic Dry.

Tres puertos españoles, entre los 100 primeros

Bahía de Algeciras, Valencia y Barcelona ocuparon en 2014 el puesto 31, 33 y 79 de la lista de los 100 primeros puertos del mundo en tráfico de contenedores, respectivamente. Según datos del Ministerio de Fomento, Bahía de Algeciras movió 4,55 millones de TEU (siglas de twenty-foot equivalent unit, la unidad de medida que se corresponde a un contenedor de 20 pies, es decir 6,1 metros), lo que supuso un incremento del 5% respecto al año anterior. En Valencia llegaron 4,44 millones de TEU (+2,6%) y en Barcelona se gestionaron 1,89 millones (+10,2%). En total, por los principales muelles españoles se movió el 14,5% de los contenedores europeos.

De los 14,2 millones de TEU que movió el conjunto de las dársenas de nuestro país, la mercancía en tránsito –la que no se queda en España– representó un 53,5%, lo que, destaca Fomento, “pone de manifiesto la estratégica posición que ocupa España en el contexto del transporte marítimo mundial”.

Si se divide el mercado por tipo de mercancía transportada, el mayor impulso al crecimiento del tráfico marítimo mundial en 2013 se debió a cinco componentes. Por un lado, a la carga seca, de la que forman parte las mercancías a granel, sobre todo hierro, carbón, cereales, bauxita y alúmina. Por otro, a la carga general y fraccionada; al fosfato de roca; a los graneles secundarios (es decir, productos forestales y similares); y a los contenedores. Juntas, estas modalidades de transporte marítimo representaron una cuota del 70,2%. El restante 29,8% fue impulsado por el tráfico de buques tanques, que transportan petróleo crudo, derivados del petróleo y gas.

Un dato positivo que subraya Anave es la reducción, aunque moderada, del desequilibrio entre demanda y oferta. El año pasado, por primera vez, la flota disponible aumentó menos, en toneladas por milla, que la demanda, al registrar un crecimiento del 3,4%.

Sin embargo, aunque los encargos de nuevos barcos descendieron el año pasado, el excedente de flota no se va a agotar debido a un aumento de la demanda muy moderado. Así, la cartera de pedidos a 31 de diciembre de 2014 se apuntaba un aumento del 14% en petroleros, del 20% en graneleros, y un descenso del 18% en portacontenedores. Sin embargo, la demanda de la carga en contenedores aumentará en un año solo un 7%, la de graneles un 4%, y la de crudo un 1%. Así, concluye Anave, a corto y medio plazo “los fletes seguirán en niveles muy deprimidos, no siendo probables repuntes, salvo de muy breve duración”.

Pese a estos datos, el Ministerio de Fomento señaló que, en el primer semestre de este año, el tráfico de mercancías en los puertos de interés general de España se situó en 244,5 millones de toneladas, lo que supone un nuevo máximo histórico, ya que el anterior récord se remonta a 2008, año en el que se alcanzaron 242,5 millones de toneladas.

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