El turismo dispara sus precios y lleva el IPC subyacente al 0,8%
El transporte disminuyó su tasa siete décimas, debido al menor precios de los carburantes Los alimentos y bebidas no alcohólicas tuvieron una variación negativa del 1,4%
Los precios experimentaron un importante avance en julio respecto a junio, al crecer un 0,9% en un solo mes, según los datos hechos ayer públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El encarecimiento del 10% en los precios de los viajes organizados o del 6,6% de los hoteles solo en julio fueron los principales causantes de esta escalada de la inflación.
Si se compara el nivel actual de precios con los que había hace un año, se observa que estos crecieron un 0,1%, situándose así en positivo por segundo mes consecutivo tras casi un año completo de caídas. El freno en la caída de los precios del recibo de la luz de los hogares, que disminuyó solo un 0,1% frente a una caída mucho más acusada en julio de 2014, fue una de las principales causas de este inicio en el repunte de los precios interanuales.
Junto a esto, otros factores que han contribuido a poner en positivo la tasa de inflación anual, son el menor descenso de los precios de los servicios telefónicos, que cayeron un 0,6%, así como de los servicios de ocio y cultura que se redujeron un 0,2% como consecuencia de que los citados precios de los viajes organizados aumentaron más el mes pasado que en julio de 2014, según explicó ayer el INE. En general, los precios del sector servicios crecen a un ritmo del 0,9% interanual mientras que los bienes industriales siguen en negativo, con una caída de precios del 3,1%.
Este escenario apunta a que son precisamente las actividades menos expuestas a la competencia exterior aquellas que se están encareciendo primero en la recuperación. Así, los márgenes de beneficios logrados por los empresarios turísticos durante la crisis debido a los ajustes de empleo, los descensos de los costes laborales por los recortes salariales o el abaratamiento de la energía, se suman ahora los repuntes de los precios.
Esta presión al alza de los precios de los servicios llevó la inflación subyacente –que mide los precios sin contar los de los alimentos frescos y la energía–, hasta el 0,8%, tras incrementarse dos décimas. Esto fue interpretado por los técnicos del Ejecutivo como “un reflejo del dinamismo del consumo privado”.
Los responsables del Ministerio de Economía valoraron también que la inflación española siga siendo inferior a la de la eurozona, ya que ésta se situó en el 0,2%, frente al 0% del IPCarmonizado para España, que es el que se utiliza para comparar el nivel de precios con sus socios europeos.
Esta diferencia sitúa los bienes y servicios europeos más caros que los españoles, lo que permite ganancias de competitividad a la economía nacional, con un efecto favorable en las exportaciones, en la producción y en el empleo, según subrayaron ayer desde el Ministerio de Economía. En este contexto, los expertos del servicio de estudios BBVA Research advirtieron ayer de que la tasa anual del IPC podría volver puntualmente a valores negativos en los meses que restan para terminar el año.
Competitividad y precios
Aunque, según los analistas de esta entidad, esperan tasas positivas de inflación subyacente, en términos generales, tanto en España como en Europa. Y esto permitirá “mantenimiento de ganancias de competitividad”. Sin embargo, los sindicatos se apresuraron ayer a criticar que el bajo nivel de inflación es el resultado de la debilidad de la economía española y de la “mala evolución de las rentas” por los recortes del Gobierno y las congelaciones salariales, según UGT.
Mientras que el sindicato CC OO consideró que, a la vista de los datos de IPC, la ausencia de tensiones inflacionistas dibuja un contexto propicio a las subidas de sueldos. Por ello, defendió incrementos “del 1% o más” en aquellas empresas donde lo permitan los beneficios y los incrementos de la actividad.
Alemania y Francia a la baja
La inflación interanual en Alemania descendió una décima en julio en comparación con el mes anterior, hasta el 0,2%, lo que supone su nivel más bajo desde febrero, según el dato definitivo de la oficina de estadísticas alemana Destatis, que confirma la estimación preliminar. Este descenso interanual la aleja aún más del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE).
La contracción de la inflación alemana se produjo fundamentalmente por el descenso acusado de los precios de los bienes energéticos, en paralelo a la depreciación del barril de crudo, con un ajuste del 6,2% respecto al mismo periodo de 2014. Mientras que los de los alimentos subieron un 0,4% interanual, seis décimas menos que el mes anterior.
En general, la bajada de los precios de los bienes se aceleró desde el -0,5% de junio hasta el -0,7% en julio, mientras que la inflación de los servicios se elevó en el séptimo mes de año hasta el 1,1%, tras el 0,9% de junio.
Igualmente, el Instituto Nacional de Estadística de Francia (Insee) informó también ayer de que los precios en este país cayeron una décima en el mes de julio hasta situarse en el 0,2%. Se trata de un pequeño descenso de la inflación anual que se debió principalmente a la bajada habitual de los bienes manufacturados en esta época del año debido a las rebajas de verano, pero también a una mayor reducción de los precios de la energía y los precios de los productos frescos de alimentación.