Sacyr acelera la venta de Testa y se deshace hoy del 26,9%
La socimi Merlin Properties contará ya con el 77% de la inmobiliaria, por la que ya ha pagado alrededor de 1.465 millones No estaba previsto que la constructora cediera esta participación de su filial hasta marzo de 2016
El proceso de venta de Testa, hasta ahora filial patrimonialista de Sacyr, va más rápido de lo previsto. Los plazos se han acelerado en cuanto la constructora presidida por Manuel Manrique ha despejado los inconvenientes para hacer caja con la transacción. La reestructuración de la deuda y la despignorización de las acciones de la inmobiliaria vinculadas a su participación en Repsol, han permitido que hoy Merlin Properties se haga con un 26,91% adicional de la inmobiliaria por alrededor de 375 millones de euros, según ha confirmado a la CNMV a través de un hecho relevante. Al final de la jornada, la socimi ya controlará el 77,1% de la empresa.
Las nuevas acciones ya cotizan
Desde hoy comienzan a cotizar las nuevas acciones de Merlin Properties, según comunicó ayer la socimi, tras la ampliación de capital realizada con el objetivo de pagar la compra de Testa.
Merlin concluyó la ampliación de capital a principios de este mes por valor de 1.033,6 millones de euros, unos dos tercios de su capital. Según informó la empresa a la CNMV, se emitieron 129,2 millones de acciones de un euro de valor nominal, al que se suma una prima de emisión de 7 euros por título.
La acción de la socimi cerró ayer a 10,76 euros, lo que le otorga una valoración bursátil de alrededor de 3.480 millones.
La compañía está dirigida por Ismael Clemente en el puesto de consejero delegado y Miguel Ollero, como director financiero. En los próximos meses la socimi prevé integrar en su equipo a la cúpula de Testa, entre ellos su consejero delegado Fernando Lacadena, anterior director financiero de Sacyr. Entre los principales accionistas de Merlin se encuentra UBS, Goldman Sachs, Marketfield y EJF.
El pasado 9 de junio se anunció la compra de Testa por 1.793 millones. La operación estaba diseñada en varias plazos. En el primero, la socimi, que cuenta con Ismael Clemente como consejero delegado, se hacía con el 25% de la inmobiliaria. El resto estaba pendiente de la despignorización de las acciones vinculadas a la deuda de Sacyr. Cuando previamente la constructora había reestructurado su pasivo de 2.272 millones, había puesto como garantía (entre otros activos) su participación del 9% de Repsol. El 23 de julio, Merlin pagó 861 millones por un 25,1% de Testa. Entonces Sacyr se vio obligada a destinar 600 millones de esa cantidad a reducir la deuda con los bancos acreedores. A su vez, con ese desembolso, la socimi ya se hacía con la mayoría de las acciones.
De esa forma, Sacyr pudo volver a renegociar la deuda y redujo el porcentaje de acciones de Testa pignoradas a la participación de Repsol. Por eso, la constructora ha podido acelerar ahora el proceso de venta del siguiente paquete que va a manos de Merlin, un cambio de control que en principio no estaba previsto hasta marzo de 2016. Las mismas fuentes destacan que los 375 millones que ahora desembolsa la socimi pueden ir directamente a Sacyr, sin la obligación de reducir su pasivo, y pueden ser destinados a las necesidades operativas. El resto de acciones de Testa sigue pignorado a la participación en Repsol.
En total, Merlin ya ha pagado alrededor de 1.465 millones por los tres paquetes de acciones en un plazo de dos meses.
Respecto a ese 23% restante, el plazo de venta concluye el 30 de junio de 2016. El objetivo final de Merlin es convertir Testa en una socimi con la que después se fusionará. Según sus datos, la operación dará lugar a la primera inmobiliaria patrimonialista, dado que sumará activos valorados en unos 5.500 millones, entre los que figura la Torre PwC, uno de los de los cuatro rascacielos del norte de la Castellana de Madrid. Según el comprador, estos edificios destinados al alquiler de oficinas fundamentalmente aportarán unas rentas brutas aproximadas de 290 millones al año.
A su vez, Clemente avanzó el pasado mes que se desprenderán de la cartera residencial y hotelera de Testa, que supone alrededor de un 15% del portfolio de la compañía.