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La demanda de trabajo sigue siendo mayor que la oferta

Jóvenes sin vacaciones por un trabajo de verano

Saben que el empleo es temporal, pero aprovechan los meses estivales para ocuparse como camareros, animadores de playa o reponedores en supermercados

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Es joven, acaba de terminar un módulo de cocina y ha comenzado a trabajar por primera vez este verano. Ana Gutiérrez, madrileña, de 25 años, ejercerá de camarera hasta septiembre en un restaurante de la capital. Lo mismo le ocurre a Miguel Sánchez, otro madrileño, de 23 años, que trabaja por tercer verano consecutivo como socorrista en una piscina.

Son los empleos que surgen en la época estival, la mayoría de ellos temporales. Aun así, suponen una buena oportunidad para aquellos que quieren introducirse en el mundo laboral y ganar experiencia, o para obtener un dinero extra que será útil durante el resto del año. “En el módulo hice prácticas en varios restaurantes, y este es mi primer trabajo dentro de mi sector”, explica Gutiérrez. No es el mismo caso de Sánchez, que estudia Bellas Artes, por lo que su empleo estival tiene poco que ver con su formación. “Pero me ayuda a ganar un dinero para hacer frente a mis gastos durante el curso, sobre todo ahora que los créditos universitarios son tan caros”, comenta.

Así son la mayoría de estos empleos, estacionales. Por eso han sido desempeñados tradicionalmente por jóvenes, que durante el curso están ocupados en sus estudios. De los más de 900.000 puestos de trabajo generados este verano, aproximadamente 800.000 están pensados para menores de 45 años. “Esto ocurre porque la mayoría de las ofertas están vinculadas al sector turístico, y para ellos son necesarias personas con conocimiento de idiomas y que puedan desempeñar ciertas labores, como la animación en los hoteles o la seguridad en las piscinas y las playas”, explica Zulima Cuadros, del grupo de servicios profesionales Manpower. Los trabajadores más demandados por las empresas son chefs, ayudantes de cocina, camareros, agentes de viajes, monitores de tiempo libre o animadores y socorristas.

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María Bravo, de 32 años, es camarera en el hotel Urban de Madrid, y observa el aumento de empleados durante estos meses de verano, en los que hay que hacer suplencias o reforzar algunas áreas. “Aquí trabajan unas 150 personas durante todo el año, y en verano pueden contratarse a 20 o 30 personas más entre camareros, recepcionistas o personal de limpieza”.

A estos trabajos también se le unen otros que están estrechamente relacionados con el área turística, como los aeroportuarios o los ligados al transporte y la logística. “Los sectores de turismo y hostelería siguen siendo los principales generadores de empleo durante el verano, pero a estos se le añaden otros que están totalmente relacionados, como el de dependiente o mozo de almacén”, explica Jorge Álvarez, director comercial de Adecco Outsourcing.

Es el caso de Roberto Santos, valenciano de 26 años que trabajará hasta septiembre como reponedor en un supermercado de Gandía (Valencia). “Soy estudiante de biología y esto me lo tomo como lo que es, un empleo estacional para ganar algo de dinero, pero sin posibilidad de continuar tras el verano”. Cuenta que son aproximadamente 20 las personas que han sido contratadas para trabajar estos meses, la gran mayoría jóvenes como él. “Ninguno cuenta con quedarse tras las vacaciones, porque tras el verano no es necesaria tanta gente, es un negocio que sobrevive gracias a los meses de verano”. Esto muestra una idea de lo que significa el periodo estival para el empleo.

La comunidad autónoma que más visitantes en verano recibe es Cataluña. Se prevé que este verano concentre al 25% del total de los turistas que llegan a España. Por eso es la región que más contratos de trabajo ha creado para el verano, según la consultora de recursos humanos Adecco. De los cerca de un millón de trabajos generados, aproximadamente 200.000 son catalanes. De estos, 160.000 corresponden únicamente a la provincia de Barcelona. A Cataluña le siguen Madrid y la Comunidad Valenciana, con 150.000 y 110.000 contratos laborales respectivamente, dos de las zonas más demandadas por el turismo.

La temporalidad de estos empleos también se percibe en comunidades como Canarias y Baleares, que pese a ser dos de los destinos más visitados de España, se encuentran en los puestos décimo y decimoquinto respectivamente. Esto se explica porque, gracias a su clima, el empleo generado por el turismo es más regular durante el resto del año que el de otras comunidades, por lo que el crecimiento no es tan notable como en el resto de zonas. La región que cierra el ranking de la creación de empleo en verano es Extremadura, con 4.000 puestos.

Pese a este incremento, la demanda de trabajo sigue siendo mucho mayor que la oferta. Según los datos del portal de empleo Infojobs, durante el mes de julio se inscribieron 5,6 personas por cada empleo disponible. El portal también advirtió que la mayoría de personas inscritas en sus ofertas de trabajo se encuentra en la franja de edad de 35 a 45 años, con 255.000 inscritos de un total de 880.000 candidatos. Porque en la temporada estival, desde hace unos años a consecuencia de la crisis, también se percibe el interés de los adultos en trabajar. “Hemos ido observando que muchas personas mayores de 45 años se incorporan al mundo laboral durante los tres meses de verano”, explica Jorge Álvarez, de Adecco.

Son, en su mayoría, amas de casa y parados de larga duración que comienzan a trabajar no solo por los ingresos, sino también por intentar encontrar esa puerta abierta que les permita continuar trabajando al acabar el verano. “Aunque tristemente esto no suele ocurrir, ya que son empleos con un índice de temporalidad muy marcado”, afirma.

Por eso, la mayoría de quienes ocupan estos puestos son jóvenes. “Además, la mayor parte de las empresas que solicitan trabajadores para estos meses piden estos perfiles”, explica José Antonio San Juan, consultor de hostelería de Randstad. Son tanto hombres como mujeres, y no suele haber grandes diferencias entre los diferentes sectores. “Quizá sí se nota más la diferencia entre los hoteles, que contratan a más mujeres, y en hostelería, a hombres”, explica Cuadros.

5.000 candidatos para 500 puestos

Muchas empresas obtienen la mayoría de sus beneficios en épocas señaladas del año. La compañía heladera Frigo no iba a ser menos, y como tal ha lanzado Soy Frigo, un programa de empleo que ofrece trabajo a 500 jóvenes para que vendan sus productos en varias ciudades españolas durante el verano.

“Ofrecemos un total de 500 puestos y solicitaron el empleo más de 5.000 jóvenes”, explica Ana Palencia, una de las responsables del programa. “La mayoría de ellos son personas sin formación universitaria. Cerca de un 80% no tiene estudios superiores”. En cuanto a las edades, oscilan entre los 18 y los 30 años, pero la gran mayoría tiene en torno a 25 años. Es el caso de David Bárcena, un joven de San Sebastián de los Reyes (Madrid), que ha conseguido un carrito de helado. Dejó de estudiar a los 18 años y ha trabajado como electricista, camarero y mozo de almacén. “Me gustaría poder seguir trabajando, pero este empleo tiene una temporalidad absoluta”.

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