BMW i8: el silencioso centro de atención de la ciudad
Pasear con este modelo por Madrid pone a prueba la cuota de protagonismo que uno puede llegar a resistir.
La historia del automóvil está repleta de coches espectaculares. La belleza de un Ferrari nunca pasa desapercibida, como tampoco el estruendo de un Lamborghini al acelerar. El BMW i8 no hace ruido, y su belleza, entendida como tal, es rebatible. Pero nadie puede evitar acercarse a él.
Se trata de un vehículo híbrido y enchufable con el que BMW quiere demostrar que se puede fabricar un coche deportivo con bajos niveles de emisiones y consumo. De paso, lo revistió con un diseño espectacular. El i8 es llamativo. Muy llamativo. Apenas mide 1,3 metros de alto. La presencia de todo tipo de soluciones aerodinámicas, que salpica a la propia forma del coche para reducir la resistencia al aire y optimizar el consumo, unida a la combinación de colores y a que, en definitiva, no hay un coche parecido en el mercado en cuanto a estética, le hacen muy especial a la hora de conducir.
La prueba se realiza alrededor del Santiago Bernabéu, uno de los puntos turísticos de Madrid. Una vez aparcado y abiertas sus llamativas –e incómodas– puertas para la sesión fotográfica, comienza el goteo de curiosos. Un corro de personas se forma alrededor, móvil o cámara de fotos en mano. Algunos preguntan qué coche es, sorprendidos de su espectacularidad. Lo mismo ocurre en cada semáforo o paso de cebra. Si no le gusta llamar la atención, el i8 no es su coche. De lo contrario, 139.000 euros le separan de él.
Al volante, tras el que se sitúa una gran pantalla con la información clave para la conducción, el i8 es muy fácil de llevar. Activa su modo 100% eléctrico en ciudad, con 35 kilómetros de autonomía, y cuando se pone a prueba su vena deportiva, el rugido alerta de que el motor de combustión entra en juego. La aceleración, como es norma en los coches con mecánica eléctrica, impacta. El i8 genera hasta 362 CV de potencia, y homologa un consumo medio de 2,1 litros a los 100 kilómetros. Su rendimiento, eso sí, no justifica su precio. Pero nadie dijo que fuera lo importante. El i8 es diseño y tecnología en movimiento.