La troika vuelve a Atenas: próximos pasos
Mientras Alexis Tsipras pisa el acelerador para comenzar las negociaciones con los acreedores y acceder al que es ya el tercer rescate, los representantes de la troika vuelven a pisar Atenas. Su llegada a la capital griega vuelve a poner en relieve las incongruencias del Gobierno de Syriza que hace tan solo seis meses, cuando Yanis Varufakis, ex ministro de Finanzas, cortó las negociaciones con la troika.
El objetivo de la nueva irrupción de los representantes de la Comisión Europea, el BCE y el FMI no es otro que el de comenzar a negociar las condiciones del memorándum que permita liberar la ayuda de hasta 86.000 millones. Según fuentes gubernamentales recogidas por Efe, las conversaciones podrían comenzar el sábado o el lunes.
Según ha informado el diario alemán Der Spiegel, la troika relajará sus exigencias de medidas de austeridad al Gobierno de Grecia de forma “significativa”. En un adelanto de un artículo que publicará mañana, el periódico afirma que fuentes de las instituciones acreedoras reconocen que los últimos objetivos presupuestarios marcados para el país heleno son “ilusorios”, ya que la economía griega se ha desplomado en los últimos tiempos.
Hasta la fecha, Grecia solo ha recibido un préstamo puente por importe de 7.000 millones para poder hacer frente a los vencimientos con el BCE y evitar así caer en el impago. Este importe, ha sido empleado además para devolver los 2.000 millones que debía al FMI desde finales de junio.
Las conversaciones corren prisa porque el próximo 20 de agosto el país heleno deberá devolver otros 3.200 millones al organismo que preside Mario Draghi. Atenas espera haber concluido las negociaciones el 19 de agosto. Para esa fecha, Tsipras quiere tener listo el memorádum para acceder a la financiación. No obstante, según recoge Reuters las conversaciones se retrasan por problemas logísticos. Según lo recogido por la agencia, no encuentran un lugar en el que reunirse. A esto se suman otros problemas como el hecho de que el FMI no haya recibido una invitación por separado, tal y como exigen los reglamentos.
Y es que es precisamente el BCE, la institución que en las últimas semanas se ha convertido en el pilar que sostiene al sistema financiero griego. Después de que el Ejecutivo griego consiguiera sacar adelante la votación sobre el tercer rescate y el primer programa de reformas,que incluye el apartado de subida del IVA y las pensiones, Draghi decidió aflojar la cuerda y elevó los préstamos de emergencia a la banca helena en 900 millones. Días después (22 de julio) volvió a aumentar la liquidez en el mismo importe. Con esto cambios, la cantidad disponibles es ya de 90.800 millones.
A esto se suma la votación del pasado miércoles para reformar el código civil y la trasposición de la directiva del mecanismo de resolución bancaria al sistema financiero griego. Esta medida incluye el apartado de quitas a los depósitos de más de 100.000 euros para recapitalizar a las entidades. Tsipras volvió a sufrir la rebelión en sus filas pero consiguió sacar adelante el programa.
La incógnita es conocer cuánto dinero precisa la banca. Según la agencia de calificación Fitch las entidades podrían necesitar como máximo 15.900 millones, a cierta distancia de los 25.000 iniciales.
Al importe que requerirá la banca se suman otros flecos que quedan pendientes de solución. El primero de ellos es cuándo finalizará el corralito. Este lunes, 20 julio, lo bancos griegos abrieron sus puertas, pero todavía continúan vigentes las restricciones a la retirada de dinero en efectivo (60 euros diarios y 420 a la semana) y las transferencias al extranjero.
El otro punto pendiente en el de la apertura de Bolsa. El Ase está suspendido de negociación desde 29 de junio y según las últimas informaciones están estudiando cuándo proceder a la apertura. Algunos apuntan a que la próxima semana podrían reanudarse las negociaciones en el parqué griego.