¿Cuánto dinero pierde la UE por las falsificaciones de ropa y calzado?
Este delito provoca pérdidas anuales de 26.000 millones de euros Supone casi al 10% de las ventas del sector en los 28 países de la Unión Europea
La venta de ropa, zapatos y accesorios falsificados en la Unión Europea equivale casi al 10% de las ventas totales en el sector en los 28 países miembros. Las pérdidas alcanzan los 26.000 millones de euros. Esta es la principal conclusión del estudio presentado este martes por la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI), la agencia de la propiedad intelectual de la UE, con sede en Alicante.
El descenso de los ingresos entre los fabricantes y los minoristas legítimos, debido a la comercialización de estas prendas falsas, también tiene un impacto directo en el empleo. La OAMI ha calculado que dejan de generarse 363.000 puestos de trabajo al producirse y venderse menos de lo que las empresas del sector harían en ausencia de las falsificaciones.
En España, este comercio de ropa, zapatos y accesorios falsificados provoca la pérdida de más de 50.000 puestos de trabajo. Casi el 14% del empleo en el sector.
Estas cifras se incrementan cuando, tal y como hace el estudio, se tienen en cuenta los efectos en la cadena de producción y los proveedores. Los negocios de estos dos sectores pierden 43.300 millones de euros en ingresos por ventas y alrededor de 518.000 puestos de trabajo.
Además, los Estados dejan de recaudar más de 8.000 millones, ya que ni los productores ni los vendedores de productos falsificados pagan impuestos, contribuciones sociales o IVA.
El objetivo de este informe es tanto ayudar a los Gobiernos a tomar las medidas necesarias para acabar con este delito como a los consumidores a la hora de decidir qué comprar, ha señalado en un comunicado, el presidente de la OAMI, el portugués António Campinos.
Este organismo tiene previsto lanzar en los próximos meses investigaciones sobre otros diez sectores: la relojería y joyería, las maletas y los bolsos de mano; los artículos deportivos, los juegos y juguetes; los medicamentos; los ordenadores y los repuestos de automoción, así como el trabajo y las bebidas alcohólicas.
La OAMI se creó en 1994 para administrar la marca comunitaria. Su objetivo es el registro de las marcas y los diseños de las empresas que buscan comercializar sus productos en el mercado de la Unión Europea. Desde su puesta en marcha la Oficina ha recibido más de 1.350.000 de solicitudes provenientes de más de 200 países. Solo en el 2014 se alcanzaron las 117.451, un aumento de un 3% respecto al 2013.