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Claves para estar en el top ten mundial de la formación en emprendimiento

Por Luisa Alemany, directora del ESADE Entrepreneurship Institute y profesora titular de ESADE

La escuela de negocios ESADE, desde su fundación, ha sido una institución emprendedora. Este espíritu ha hecho que la formación en este ámbito haya tenido una gran relevancia en su currículum. En 1985, hace ya treinta años, la profesora Ollé introdujo la asignatura “Creación y gestión de nuevas empresas”. Es decir, que aunque el fenómeno emprendedor parezca algo muy novedoso y que en estos momentos está de moda, es algo que hace tres décadas que se imparte en nuestras aulas.

Algunos años después, vista la demanda de apoyo por parte de los estudiantes que cursaban la asignatura de creación de empresas, la profesora Bieto —actual directora general de la escuela— fundó en 1997 el Centro de Iniciativa Emprendedora (CIE). Este centro contaba con mentores que ayudaban en la definición, validación y puesta en marcha de los proyectos que se preparaban en clase. El número de estas iniciativas aumentó considerablemente a partir del año 2000, ya que la asignatura “Entrepreneurship” se convirtió en obligatoria en todos los programas reglados de la escuela.

El profesorado que se dedicaba a enseñar y a investigar en esta área también aumentó. Se creó un grupo de investigación en Iniciativa Emprendedora, reconocido por la Generalitat de Cataluña en 2005, y junto con el centro que daba apoyo a los estudiantes, dio lugar en 2007 al ESADE Entrepreneurship Institute (EEI).

En la actualidad, la actividad que se lleva a cabo en el EEI es muy variada. Tiene tres pilares: la formación, la investigación y el impacto social. Desde el punto de vista de la formación, es fundamental el Master of Science in Innovation and Entrepreneurship, lanzado ya hace cuatro años, donde alumnos de todo el mundo aprenden con un enfoque eminentemente práctico. Elemento esencial del programa, aunque abierto para todos los estudiantes, es el EGarage, que es el “garaje” donde los alumnos emprendedores tienen un lugar donde trabajar, donde encontrarse y donde compartir aventuras. Además, los viajes de estudio a Silicon Valley, Berlín, Londres o Israel permiten conocer las cunas del emprendimiento y traer a casa los mejores aprendizajes. También desde hace varios años es posible cursar una especialización, el E-Lab, en el programa MBA, donde más del 15% de los estudiantes deciden emprender.

La colaboración con otras instituciones también se ha desarrollado mucho en los últimos años con programas específicos diseñados para científicos o perfiles técnicos de universidades y centros de investigación de toda Europa (“From Science to Business”), con la Fundación Prevent para formar a jóvenes universitarios discapacitados que quieren emprender, o, por citar algún otro ejemplo, con la Fundación Biodiversidad.

Nuestros alumnos no solo pueden ser emprendedores poniendo en marcha una empresa, si no que se incentiva y apoya que puedan trabajar en startups, con encuentros como el “Innovation Speed Dating”, las ferias de empleo “Startup Forum” e “Innovation Quest”, o en empresas sociales a través del programa Momentum Project en el que participamos junto al BBVA y PWC.

Además contamos con diversos encuentros, como los “Last Thursdays”, “Startup Spain” o los “Founders meetups”, donde poder hacer networking, aprender y encontrar recursos. Y por supuesto el apoyo de la red de antiguos alumnos, con su club de emprendedores y la red de business angels, ESADE BAN, que invirtió más de 4 millones de euros en el último año y fue reconocida en el como mejor red de inversión de España.

Por último, la investigación y la generación de conocimiento está en la base de una institución universitaria. Nos interesamos por aquellos temas que son relevantes y que pueden ser aplicados en la formación que impartimos, con publicaciones en los principales revistas académicas internacionales.

El reconocimiento del ranking de Financial Times donde se nos sitúa en el top 10 mundial es sin duda un gran hito. Sin embargo es importante no olvidar la historia, ya que normalmente los éxitos no se consiguen de la noche a la mañana. Suelen ser fruto del trabajo de un gran equipo durante muchos años, tanto de los profesores y de los casi cien mentores que apoyan a los emprendedores, como de los inversores y antiguos alumnos que apuestan por sus iniciativas con alto riesgo, las empresas que nos apoyan con su financiación y mecenazgo, y por supuesto, de los estudiantes que durante varias décadas han sentido que ESADE era y es un buen lugar para no tener miedo y poner en marcha sus sueños.

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