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Bolsa y mercado inmobiliario

¿Qué efectos tiene la doble burbuja de China en la economía global?

Crisis China

Los problemas de Grecia, por cercanía, han eclipsado en parte las enormes dudas que está generando la economía China en este mes de julio de la mano de dos burbujas a punto de estallar con virulencia: la inmobiliaria y la bursátil. Ambas separadas y más aún combinadas pueden tener unos efectos graves e importantes no sólo a la economía China, también globalmente.

El punto de arranque está en el reconocimiento casi unánime de la existencia de una burbuja, aunque el problema está en como desinflarla antes de que un estallido golpee fuertemente la economía. En el caso de la vivienda, se calcula que el stock ha aumentado un 190% en los cuatro últimos años, una sobreoferta con una clara consecuencia, una rápida bajada de precios que se intenta amortiguar con la compra por parte del Estado de promociones privadas. El problema está en que el stock es demasiado grande y el panorama de barrios enteros desiertos se asemeja mucho a España pero con una magnitud mucho mayor.

A esta burbuja se añade la bursátil, mucho más grave en sí y que puede agravar más los problemas inmobiliarios. En sólo un año, de junio de 2014 a junio de 2015 la Bolsa China subió un 125%, una escalada meteórica en un momento en que la economía china crece menos que en años anteriores y que ha llevado a que muchos de los valores coticen con precios muy por encima de lo que reflejan sus magnitudes económicas incluidas las expectativas más halagüeñas. Una de las razones está en que alrededor del 80% de las acciones chinas las tienen particulares, desde clase alta a la incipiente clase media, y no sólo invirtiendo sus ahorros, también apalancándose y usando créditos a pagar con los beneficios de las propias acciones. Una situación explosiva que se asemeja a la de Estados Unidos en el crack de 1929 y que ha hecho saltar todas las alarmas tras perder un 33% de su valor (recuperado en parte en las siguientes sesiones) en el mes de julio.

Un contagio global que ralentizará la economía mundial

El efecto de una caída brusca en la bolsa puede ser dramático para parte de la población que se había enriquecido o mejorado sus expectativas en los últimos años y con ello, soportado el crecimiento de China. Una caída de la riqueza llevaría al parón económico (en el mercado inmobiliario será más difícil vender el stock existente) agravado por los problemas financieros del excesivo endeudamiento. En esta posibilidad de crisis hay que tener muy en cuenta el rol de China en el mundo y lo es de exportador de productos manufacturados e importador de materias primas. Por todo ello el primer contagio será en la compra de materias primas, afectando a países exportadores de Asia y principalmente de América Latina.

Esta sería, en clase de crisis grave la principal vía de contagio para España, la gran exposición de importantes empresas a América ya que España no es un gran exportador a China aunque vaya creciendo de forma importante en algunas partidas (vino). Otros países estarían más expuestos, principalmente grandes empresas dedicadas a la moda o coches.

Tampoco hay que olvidar el efecto en las divisas. China es el tenedor principal de Deuda Americana en un sistema tan sencillo como arriesgado en caso de incertidumbre. China produce y vende y cobra divisas invirtiendo buena parte en Deuda americana. Dependiendo del impacto de una hipotética crisis china, puede llevar a que venda parte de su posición en Deuda americana y debilitar el billete verde, cambiando radicalmente la subida del dólar que hemos visto desde finales del 2014.

Todo ello es impredecible, pero sí preocupante dado el tamaño de la economía China. Lo cierto es que las crisis cíclicas tras largos periodos de crecimiento en economías importantes no son nuevas. Estados Unidos sufrió grandes periodos de recesión en el siglo XIX que contagiaron a países inversores de Europa. Ahora los mecanismos de conexión son mucho mayores fruto de la globalización pero también los instrumentos para intentar paliar cualquier problema, la gran duda es si China sabrá utilizarlos.

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