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Gafas 3D para complementar visitas a las bodegas

Un paseo virtual por las bodegas Ramón Bilbao

La explosión del enoturismo vivida en los últimos años ha hecho que florezcan cantidad de iniciativas para buscar la diferenciación. Algunas bodegas añadieron a la tradicional cata de vinos experiencias gastronómicas, paseos guiados por los viñedos o experiencias más lúdicas, como rutas en caballo o vuelos en globo para apreciar las dimensiones de la plantación (e ir haciendo boca).

Ramón Bilbao se atreve ahora con algo distinto. La bodega riojana ofrece a sus visitantes la posibilidad de realizar un recorrido virtual por el proceso de elaboración del vino. Y lo hace a través de las nuevas gafas Samsung Gear VR, un artilugio de la marca coreana que sumerge al usuario en una experiencia 3D. Como si le hubieran introducido en un videojuego, pertrechado con estos anteojos se puede mirar hacia donde se quiera y siempre se estará rodeado del entorno digital creado para la ocasión.

En este caso, el proceso de elaboración del vino. Visto, eso sí, desde un punto de vista un tanto onírico. Nada de dar el tradicional paseo por la fábrica para ver dónde se llevan a cabo los distintos procesos: aquí vuelan las botellas y caen cascadas de vino, los ríos no son de agua y abundan los árboles gigantes. Una voz en off le narra al usuario un cuento creado especialmente para guiarle a través de un viaje metafórico con tintes de Alicia en el País de las Maravillas. Se recorre de esta forma todo el proceso desde que nace la uva hasta que se sirve el vino en la copa.

El lanzamiento responde a la apuesta de las bodegas por la innovación, algo que el director gerente de la compañía, Rodolfo Bastida, considera que debe quedar siempre “en equilibrio con la tradición”. Ramón Bilbao es la primera bodega en hacer algo similar

La visita virtual dura algo más de dos minutos y convierte al portador de las gafas en protagonista del recorrido. Los visitantes de las bodegas de Haro (La Rioja) pueden elegir dos tipos de recorridos: Mirto y Edición limitada. La primera cuesta 10 euros y está indicada para un máximo de 25 personas. Dura una hora e incluye una cata de vino en rama en la sala en la que reposan las barricas.

La segunda, que cuesta siete euros, se diferencia de la anterior en que a través de la realidad virtual visitarán la bodega tal y como era en 1924, saboreando al final de la visita los vinos de edición limitada de la casa. Su duración es de 35 minutos.

El grupo bodeguero ha cambiado este año la imagen de la marca, que quiere dar sensación de dinamismo. Las etiquetas recrean objetos del legado del tiempo y artilugios aerostáticos de otras épocas. Viaja en el tiempo, Disfruta tu espíritu aventurero y No busques nuevos paisajes, mira con otro ojos son los nuevos mensajes que incluye la compañía en las botellas de Ramón Bilbao, “cuya trayectoria histórica se basa en el desarrollo de vinos de alta calidad y la innovación, siendo fieles a nuestro origen”, especifica Rodolfo Bastida, director gerente de la bodega.

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