Bruselas adelanta 7.000 millones a Grecia para evitar el impago al BCE
Acuerdo supeditado a la reforma IVA en Grecia, pensiones e independencia de la oficina estadística EL Parlamento griego vota esta tarde las reformas que abren la puerta a la negociación del rescate
La Comisión Europea (CE) dio este miércoles los primeros pasos para arrancar con el plan de salvamento a Grecia. La institución presidida por Jean-Claude Juncker adelantará 7.000 millones de euros a Atenas para que el próximo lunes pueda pagar al Banco Central Europeo (BCE) casi 3.500 millones de euros y evitar de esta forma un impago que podría obligar a Fráncfort a cortar definitivamente los flujos financieros hacia Grecia.
El préstamo, con cargo al presupuesto comunitario, también permitiría a Atenas saldar sus cuentas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que ya acumula atrasos de 2.000 millones de euros. El pago de cuentas pendientes sería una condición para que el organismo que dirige Christine Lagarde pudiera incorporarse a un posible programa de rescate que negociara Grecia con los organismos internacionales.
La concesión del préstamo exigía que el Parlamento griego diera inmediata luz verde a las reformas previas que el Eurogrupo ya había requerido para empezar a negociar. Entre ellas, se encuentran una subida del IVA, el recorte de las pensiones a través de una reforma que congele las pensiones complementarias, y garantías para la independencia de la oficina de estadística.
La propuesta que anunció la CE no incluye todavía los 5.000 millones de euros que Grecia necesitará en agosto para evitar nuevos impagos. Como alternativa, el BCE podría aflojar en su reunión prevista para hoy las restricciones de liquidez y financiación que ha impuesto en los últimos meses, lo que permitiría a Grecia financiarse por su cuenta a muy corto plazo.
El préstamo de la Comisión se haría con cargo al Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera, creado en 2010, al comienzo de la crisis, y con una dotación de 60.000 millones de euros. El Mecanismo se utilizó para financiar, en parte, los rescates de Irlanda y Portugal, pero queda un remanente de 13.200 millones de euros.
El uso de ese Mecanismo no depende solo de los países del euro, sino que necesita autorización de los 28 socios de la UE porque es con cargo al presupuesto común. El primer ministro británico, David Cameron, logró en 2012 el compromiso de los socios para no volver a utilizarlo, pero la emergencia del pago del próximo lunes ha hecho que Bruselo reactivara.
La CE espera superar las objeciones de Londres y otras capitales de fuera del euro con la promesa de compensarles si se produjera cualquier pérdida en un préstamo que tendrá una madurez de solo tres meses.
El reembolso se espera hacer con cargo al tercer rescate de Grecia, que asciende a 86.000 millones de euros. Si no se lograra un acuerdo sobre ese nuevo programa, los socios de la zona euro podrían pagar los 7.000 millones de euros al Mecanismo con los beneficios obtenidos en el programa de compra de deuda griega de los bancos centrales, unas ganancias que en 2014 y 2015 ya suman 3.300 millones de euros.
El Gobierno someterá a debate el rescate
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció el miércoles que someterá a debate y votación en el Congreso el plan del tercer rescate solicitado por Grecia a la Unión Europea y sobre el que se consensuó un pacto en Bruselas el pasado lunes.
El jefe del Ejecutivo motivó esta decisión, a la que España no está obligada por la elevada dimensión de los recursos que se reclaman a los contribuyentes españoles para garantizar el rescate.
Rajoy hizo estas declaraciones en su comparecencia ante el pleno de la Cámara para informar de las conclusiones del último Consejo Europeo, una sesión en la que el secretario del PSOE, Pedro Sánchez, le afeó su papel “nulo” durante las negociaciones, pese a lo mucho que se jugaba España.
“Siento tristeza y bochorno cuando comparo el papel activo y constructivo que han tenido líderes europeos como Hollande y Renzi frente al suyo”, dijo Sánchez a Rajoy, al reprochar la falta de búsqueda del consenso con el PSOE para una postura común en este asunto. “Nunca España tuvo menor peso” que con Rajoy en la Moncloa, aseguró el líder de la oposición, quien, al expresar su apoyo al acuerdo alcanzado sobre Grecia, subrayó asimismo “el bloqueo, la insolidaridad y la insensibilidad” hacia el pueblo heleno, que, en su opinión, el Gobierno habría mostrado en la gestión de esta crisis. Sánchez acusó a Rajoy también de mentir al decir que España está blindada de la crisis griega y le recordó que el país es hoy “mucho más vulnerable” que al principio de su mandato, puesto que desde aquel entonces la deuda pública se ha incrementado en 300.000 millones de euros.
Por el contrario, Rajoy lamentó la incertidumbre a la que han sido sometidos los ciudadanos griegos por el Ejecutivo de Tsipras y el corralito que les ha impuesto. “Ahora creo que es el momento de que el Gobierno de Grecia muestre sensatez y responsabilidad”, aseveró, y criticó la decisión del primer ministro heleno de convocar un referéndum sin que, a su juicio, fuera muy clara la cuestión sometida a consulta.
El jefe del Ejecutivo acusó a Sánchez de no apoyar a la candidatura de Luis de Guindos a presidir el Eurogrupo mientras dio sus votos tras las elecciones municipales “al partido de Alexis Tsipras en España”, en referencia a Podemos.
Por su parte, el diputado de IU, Alberto Garzón, tras su intervención, regaló a Rajoy el libro de John Maynard Keynes, Las consecuencias económicas de la paz, con esta dedicatoria: “Con la esperanza de que la razón se haga valer frente al fundamentalismo de mercado y que un mundo de justicia social se abra paso lo antes posible. Salud y República”, dijo Garzón.