El motor manda 20.000 millones hacia México
México es el protagonista absoluto de los desarrollos automovilísticos mundiales de los últimos meses. Todos los fabricantes de vehículos quieren estar aquí.
Para el año que viene, el país americano contará con 19 fábricas de 11 productores de coches diferentes, como son Toyota, BMW, Fiat Chrysler, Nissan, General Motors, Ford, Audi, Kia, Mazda, Volkswagen y Honda. De estas 19, ocho instalaciones se han planeado en los últimos dos años y estarán en marcha entre 2016 y 2019.
Los calculos de los expertos apuntan a que atraerá más de 23.000 millones de dólares (20.600 millones de euros) en inversiones.
El desarrollo más simbólico podría ser sin duda el de Toyota, que en abril anunció que construirá dos fábricas nuevas, una en China y otra en México. Incrementará así su capacidad de producción en 300.000 vehículos. Invertirá 1.355 millones de euros entre ambos desarrollos.
Con este anuncio, la japonesa puso fin al periodo de congelación de sus inversiones productivas para concentrarse en la plena utilización de las existentes, eligiendo las ubicaciones más prometedoras: el primer fabricante mundial de vehículos, China, y el país que ha más que duplicado su producción de coches en los últimos diez años, México.
Pero también Ford ha anunciado una inversión de 2.500 millones de dólares para dos plantas nuevas y la expansión de su línea de producción de motores diésel, con la que creará 3.800 empleos. Volkswagen dedicará 1.000 millones de dólares en ampliar su fábrica de Puebla para la entrada de un nuevo modelo en producción en 2016.
La consultora IHS Automotive estima que esta fabricación de vehículos en el país americano crecerá al menos otro 50% para 2022. Alcanzará los cinco millones de automóviles anuales mientras que a cierre de 2014, había ensamblado 3,3 millones de vehículos. Pero, aunque el mercado interno es fuerte, la clave, como siempre está en las exportaciones.
“México está jugando un partido, el de convertirse en la fábrica de Estados Unidos, como España disputó su plaza (y la consiguió) como suministradora de coches a Europa”, afirma Francisco Roger, socio responsable de sector automoción de KPMG en España.
Vende más que Japón
El año pasado, México superó a Japón como segundo proveedor de coches a EEUU, solo por detrás de Canadá, aunque los expertos apuntan que se colocará primero a medio plazo.
Para Roger, la situación mexicana “tiene muchos paralelismos con el desarrollo de la industria en España”hace 20 años. “México tiene buen acceso logístico a Estados Unidos y Canadá, unos costes productivos muy bajos y salarios competitivos”, detalla Roger.
Según el Centro de Investigaciones Automovilísticas (CAR, por su siglas en inglés), consultora estadounidense especializada, los acuerdos de libre comercio entre México y EEUU y los salarios más bajos motivan que por ejemplo Audi, que está construyendo una fábrica en Puebla, se ahorre unos 6.000 dólares por coche frente a lo que le cuesta fabricarlo en EEUU. “Pero la calidad no puede ser baja porque los mercados a los que va dirigido no aceptan malas calidades”, apunta Roger.
A largo plazo, dice el socio de KPMG, “México se encontrará en la misma tesitura que España, necesitará incrementar sus exportaciones más allá de EEUU”. El experto apunta que “este mercado ya está hipermotorizado y tiene un techo de incremento de su parque automovilístico, como le pasa a Europa. Una vez recupere el ritmo y el volumen de su mercado natural, los crecimientos no vendrán de nuevas matriculaciones sino más de renovaciones”.