La recuperación no frena la fuga de españoles al exterior
78.785 españoles emigraron a otros países el pasado ejercicio La perdida de población se concentra en las franjas de edad entre 20 y 40 años.
España sigue perdiendo población. La estadística que hizo pública el INE refleja que a 1 de enero de 2015 había 46,43 millones de habitantes en España, lo que supone una caída del 0,16% en términos relativos y de 72.335 personas en términos absolutos. Se trata del tercer descenso consecutivo y devuelve las cifras de personas empadronadas en España a niveles de 2009.
La evolución entre los españoles y los extranjeros ha sido muy diferente. La de los primeros ha crecido en 156.872 personas, mientras que la de los segundos ha bajado en 229.207 censados. Sin embargo, estas cifras están fuertemente condicionadas por la nacionalización de extranjeros. Si se excluye a estos últimos, la población española, lejos de crecer, habría caído en 9.508 personas.
Y en este proceso de fuga de ciudadanos, independientemente de su nacionalidad, ha tenido un peso determinante la crisis económica y la necesidad de buscar oportunidades en otros países. En 2014 salieron a otros países 409.343 personas, de los que 78.785 son españoles y 330.559 son extranjeros. Las cifras de los españoles también están condicionadas porque de los nacionales que han salido del país, 28.536 (un 36%) son extranjeros nacionalizados. Un dato que se constata en los países de destino de la población española que ha optado por ir al extranjero. 9.568 optaron por Reino Unido (un 25,5% más anual), 8.142 a Francia (un 12,8%) y un 7.778 a Ecuador (un 22% más). Este último dato refleja como del conjunto de personas que se fueron a Ecuador, 5.412 eran oriundos de ese país y 2.366 ecuatorianos nacionalizados españoles. Y de los primeros, la gran mayoría que vuelve a su país de origen son menores de 16 años, en su gran mayoría desencantados por la falta de oportunidades laborales. En el colectivo antes citado se encuentran el 80,7% de los ecuatorianos, el 77% de los bolivianos y el 62,2% de los colombianos.
Rumanía, Marruecos y Ecuador son los países que presentan un peor saldo migratorio
Si el análisis se circunscribe a las franjas de edad de los españoles que optan por irse a otros países, la más importante es la que engloba a personas entre 30 y 34 años, que suman más de 12.000 (6.000 hombres y 6.000 mujeres). Un síntoma de las dificultades que encuentran los jóvenes, en su mayoría licenciados, para encontrar empleo y que les obliga a buscar oportunidades laborales en otros países. Eso ha llevado a que el saldo migratorio (diferencia entre los nacidos en España que entran y los que salen) haya sido negativo durante los últimos cinco años. En 2010 fue de -9.739 personas y posteriormente fue ascendiendo a -20.030 (2011), -25.702 (2012), -40.908 (2013) y -37.507 (2014).
Una situación similar a la que se ha producido entre la población extranjera, cuyo saldo migratorio también ha sido negativo desde 2010, alcanzando el máximo en 2013, cuando la diferencia entre los que entraron a España y los que salieron arrojó un resultado negativo de 210.624 personas. En 2014 han salido 64.802 más de los que entraron con fuertes diferencias por nacionalidades. Entre las seis que obtuvieron un saldo positivo destacan Rusia (4.478), Venezuela (3.934), Honduras (3.136), Ucrania (2.701), República Dominicana (1.906) e Italia (1.457).
El resto de nacionalidades presenta un saldo negativo, especialmente llamativo entre rumanos, marroquíes y ecuatorianos, los tres colectivos más numerosos dentro de la población extranjera residente que vino al calor de los quince años de crecimiento en España. Este retroceso se explica por el impacto de la crisis, que ha frenado la posible llegada de inmigrantes y que al mismo tiempo ha llevado a otros con residencia en España a buscar oportunidades en su país de origen.