¿Marcha atrás en la intención de la banca de abrir por la tarde?
Todo puede ser. A principios del presente ejercicio los bancos, sobre todo las antiguas cajas de ahorros, sorprendieron a la plantilla con la petición de liberalizar los horarios de sus oficinas en la mesa de negociación del convenio colectivo de ahorro. Justificaron su reclamación en su apuesta por dejar a cada entidad regular su propia jornada con el objetivo de abrir por las tardes.
El gran defensor de ampliar los horarios para atender a los clientes por la tarde, aunque las oficinas estén cerradas, ha sido y es Bankia. Su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, advirtió el pasado mes de abril a la plantilla de que “no somos conscientes de la situación. El cambio de comportamiento de los clientes nos obliga a adaptarnos y, si no lo hacemos nosotros, lo harán otros competidores que vendrán de fuera del sector”, en referencia a las firmas tecnológicas que el día de mañana pudieran hacer también banca.
Considera que en un futuro no muy lejano las sociedades tecnológicas podrían estar interesadas en hacer banca con horarios de 24 horas diarias. Y es que su red online nunca cierra. Otras entidades, como CaixaBank, han secundado públicamente su iniciativa, aunque han sido menos agresivas en los planteamientos que Bankia.
Las excajas de ahorros, como los bancos asociados a la AEB, también reclaman la eliminación de las pagas de beneficios y de antigüedad, entre otras medidas. Pero una gran parte de estas peticiones, a las que, como es lógico, los sindicatos se oponen, pueden dar un giro, o eso cree la plantilla de estas entidades financieras.
Los sindicatos fundamentan su creencia en el aplazamiento de la mesa de negociación del convenio de ahorro que han solicitado las propias entidades. La próxima reunión estaba prevista para el miércoles 10 de junio, pero se ha retrasado al día 25 con la excusa de que, tras varias semanas de negociación, las excajas de ahorros van a presentar ese día sus reclamaciones formalmente y por escrito. Esta petición o justificación, según se interprete, es la que ha hecho pensar a la plantilla en una posible moderación en su intención de abrir sus oficinas por la tarde. Habrá que ver.
Y mientras, el Banco Central Europeo (BCE) ya ha finalizado sus visitas a los consejos y comisiones de auditoría y de riesgo de las 15 entidades financieras españolas que supervisa. Varias fuentes aseguran que han acudido a los consejos y diferentes comités dos representantes del BCE y otros dos del Banco de España, con lo que se evitan susceptibilidades que, según dicen, haberlas haylas y muchas.
Por cierto, el cambio casi generalizado que se va a producir en las comisiones que aplica la banca por sacar efectivo en los cajeros automáticos tras la decisión de CaixaBank de cobrar dos euros a los clientes ajenos a la entidad ya ha comenzado. Evo Banco ha comunicado a los clientes de su cuenta joven que a partir del 8 de julio se modificará el número de retiradas de efectivo gratuitas en cajeros fuera de la red Evo (con algo más de 50 oficinas en España), “pasando de cuatro operaciones al mes a dos operaciones, a partir de las cuales se cobrará un importe fijo de un euro por operación”. Y es que la medida de CaixaBank, que será secundada por gran parte de la banca, tiene como primeros perjudicados a los bancos que operan principalmente por internet, como ING Direct o Evo Banco, que cuentan con una testimonial red de oficinas y de cajeros. Hasta ahora, uno de los reclamos para sus clientes era que podían utilizar gratis todos los cajeros del mundo. “Más de 2.200.000 cajeros a tu disposición” en todo el mundo, reza la publicidad de la entidad propiedad del fondo estadounidense Apollo.
Y continuando con la banca y sus relaciones con los clientes. Hace casi un mes se conoció la sentencia del Tribunal Supremo que declaraba abusivas las cláusulas de los préstamos personales que recojan un interés de demora superior al interés remuneratorio en más de dos puntos porcentuales.
El fallo de la sentencia del alto tribunal dice que “se fija como doctrina jurisprudencial que en los contratos de préstamo sin garantía real concertados con consumidores, es abusiva la cláusula no negociada que fija un interés de demora que suponga un incremento de más de dos puntos porcentuales respecto del interés remuneratorio pactado”. O sea, que durante años y años los clientes han pagado intereses abusivos a la banca por este concepto y todos tan frescos.
Lo mismo sucede con la sentencia del 9 de mayo de 2013 sobre la cláusula suelo de las hipotecas. Estas cláusulas eran poco transparentes, pero la banca las retira y aquí no ha pasado nada. Se han vendido productos complejos como si fueran depósitos a los clientes particulares, hablamos de las preferentes, y no se ha producido ni una sola multa o condena por ello. Y es que, así, ¿cómo quieren los bancos que los clientes sean fieles a una entidad? ¿Cómo quieren recuperar un prestigio perdido hace ya casi un lustro?.