"No subiré impuestos en los próximos cuatro años"
El alcalde de Sevilla y el presidente del Gobierno han llevado vidas en paralelo en los últimos cuatro años. Tras aplicar una restrictiva política de consolidación fiscal (reducción de gasto y subidas de impuestos), ambos presentan las cuentas saneadas como el principal argumento para ser reelegidos. “Cuando hay saneamiento de las cuentas, esto revierte en los ciudadanos y se reduce la presión fiscal”, apunta como principio de la política económica que aplicará en el futuro. “Las cuentas ya nos cuadran y por eso hemos bajado impuestos en 2014 y 2015. Me he comprometido a no subirlos en los próximos cuatro años”, subraya.
Pregunta. Cuando llegó a la alcaldía, la deuda era de 452 millones y ahora es de 443 millones. En el otro lado, los ajustes en gastos, tanto de personal como corrientes, han sido cuantiosos. ¿Cómo calificaría su gestión? ¿De qué decisión se arrepiente?
“Hemos saneado las cuentas para prestar mejores servicios básicos públicos y para invertir más”
Respuesta. Bueno, esa es la deuda exclusivamente del Ayuntamiento, porque la deuda viva total que me encontré era de casi 790 millones de euros. Ahora se ha reducido hasta los 502. Los ajustes de gasto han sido internos. Desde 2011 hemos ahorrado más de un millón de euros en personal eventual y más de 600.000 euros anuales en sueldos de gerentes de las empresas municipales. Además, ha habido una reducción del 20,5% del gasto en personal de confianza y la reducción de altos cargos en las empresas municipales y organismos autónomos ha sido de un 33,2%. Hemos conseguido sanear las cuentas municipales, pero no por sanear como fin mismo, sino como medio para poder prestar mejores servicios básicos manteniendo su carácter público, para poder invertir más… Y además hemos puesto orden y sentido común, recuperando la normalidad y acabando con los despilfarros y los escándalos que antes eran moneda común.
P. En materia laboral, las cifras son mejores tan solo parcialmente. Cierra la legislatura con más afiliados que en el inicio, pero también con más parados. ¿Qué balance hace?
"El desempleo sigue siendo un problema importante, pero las expectativas a corto plazo son muy halagüeñas”.
R. Bueno, esas cifras son de la provincia de Sevilla, no de la capital. Llegamos a tener 92.000 desempleados en noviembre de 2012. Esta cifra se mantuvo prácticamente durante mucho tiempo, demasiado, pero las medidas puestas en marcha dieron sus frutos y en abril de 2015 esa cifra está en 85.000 desempleados. Es decir un 8% menos. En 2014 se redujo el paro en Sevilla en 4.500 personas, lo que confirma el freno que hemos puesto al aumento del paro.
El desempleo sigue siendo un problema importantísimo, pero otras magnitudes como la producción y las exportaciones están en franco crecimiento, lo que nos está llevando a que las expectativas a corto plazo sean muy halagüeñas. En este ámbito, las circunstancias cambian muy paulatinamente. Podemos decir que la mejora en la economía de nuestro territorio aún no es completa, pero vamos más rápido y con mejores fundamentos que otros territorios cercanos o que el resto de España.
"Tengo plena confianza en obtener una mayoría suficiente para gobernar”
P. Los impuestos locales, como el IBI o la plusvalía municipal, han servido para cuadrar las cuentas de un gran número de consistorios. En el caso de Sevilla, ambos bajaron en 2014. ¿No es una política arriesgada, toda vez que los ingresos siguen en mínimos históricos?
R. Puede ser una política arriesgada en el sentido de que lo más fácil es subir los impuestos para aumentar los ingresos, pero nuestro caso demuestra que cuando hay saneamiento de las cuentas esto revierte en los ciudadanos y se reduce la presión fiscal. Lo fácil es subir los impuestos, pero las cuentas ya nos cuadran y por eso los hemos bajado en 2014 y 2015 y me he comprometido a no subirlos en los próximos cuatro años.
“Para negociar siempre pediré austeridad, transparencia, honradez, trabajo y no incrementar el Ayuntamiento con nuevos organismos”
Además confiamos en las medidas contra el fraude fiscal, que permiten aumentar la recaudación porque pagan todos los que tienen que pagar y no sólo unos pocos.
P. Usted fue elegido en 2011 por mayoría absoluta. Todos los sondeos dan por hecho que no la renovará. Por afinidad ideológica, Ciudadanos parece la más cercana. ¿Establece alguna línea roja para la negociación en el caso de que sea necesaria?
R. En primer lugar, tengo plena confianza en obtener una mayoría suficiente para gobernar. Estoy acostumbrado a que las encuestas digan una cosa y las elecciones, otra muy diferente, así que mi única encuesta es el trabajo del día a día. En cualquier caso, mi único pacto sería con los sevillanos, pero yo me siento a hablar con cualquiera, porque no fijo líneas ideológicas sino de gestión y actitud. Por ejemplo, nunca entraría a negociar unas determinadas áreas de gobierno y siempre pediría austeridad, transparencia honradez, trabajo y no incrementar el Ayuntamiento con nuevas entidades u organismos.
P. Entre sus promesas destaca la de dar luz y agua para aquellos que no tienen recursos para pagársela. ¿Se puede dar por finiquitada la política de ajustes?
R. No son promesas, sino realidades que llevamos haciendo cuatro años. A lo que me comprometo para el futuro es a seguir mejorando. En mi Gobierno no ha habido una política de ajustes, sino de racionalización, de manera que los gastos que se han recortado han sido internos o superfluos, para que no los notara el ciudadano.
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