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Columna
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El paso atrás de EE UU

Después del golpe de China al conseguir que 57 países se unieran a su nuevo banco asiático de infraestructuras, el Senado de Estados Unidos ha retrasado un proyecto de ley que habría dado a la autoridad al presidente Barack Obama para negociar un nuevo pacto comercial del Pacífico. El daño a la diplomacia estadounidense es claro, pero para la economía mundial es menos severo.

Para un país que aspira a dictar las reglas de la economía mundial, el escándalo es muy embarazoso. Senadores del propio Partido Demócrata de Obama se unieron para negar al presidente el poder de finalizar la Alianza TransPacífica de 12 naciones por la llamada vía rápida. Pero el Senado, con una mayoría republicana que apoya el acuerdo, puede encontrar la forma de dar a Obama los poderes necesarios.

El momento no podría ser peor. Hace solo un par de meses desde que China se anotó un triunfo diplomático persuadiendo a varios países occidentales para unirse al nuevo Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. El BAII es clave para la ambición del presidente de China, Xi Jinping, de fortalecer los vínculos comerciales de China con Europa, África y el resto de Asia. El TPP, que no incluye a China, es la mejor oportunidad de Estados Unidos para sacar a algunos de esos países de su órbita económica.

El TPP representa una amenaza directa para grupos poderosos como los fabricantes de automóviles estadounidenses y los agricultores de arroz japoneses. Por el contrario, es difícil encontrar a alguien que se opondría a la inversión adicional en la maltrecha infraestructura de Asia.

Sin embargo, los beneficios de ambos proyectos son inciertos. Aunque se desconocen aún los detalles del TPP, los países involucrados ya han desmantelado muchas barreras comerciales. Igualmente, el pobre historial de China en la financiación de grandes proyectos fuera de sus fronteras plantea serias dudas sobre su capacidad de movilizar capital internacional. El liderazgo económico de Estados Unidos se ha llevado otro golpe, pero la economía mundial puede encogerse de hombros por ahora.

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