La gobernanza, el CEO, el ‘chairman’ y demás cargos
BBVA sorprendió el lunes pasado con un cambio radical de su organigrama. La salida de Ángel Cano como consejero delegado del grupo solo fue una pieza destacada del giro que experimentó la formación de la nueva cúpula del banco. Seis salidas, la desaparición del comité de dirección y la incorporación al organigrama de 11 directivos (varios de ellos no saben hablar castellano) lleno de interrogantes al mercado, que pese a ello, decidió no alterar el valor de la acción.
Pero si esta revolución llamó la atención, su justificación más. Francisco González decidió dar un golpe de timón al banco con un auténtico cambio organizativo para intentar liderar la banca digital en el mundo, según reza la carta que envió el banquero a los más de 108.000 empleados de la entidad. Es su gran transformación tecnológica, el gran sueño de González desde principios de siglo.
El banquero, de 70 años de edad, ya intentó convertir a BBVA en un banco totalmente diferente hace algo más de una década y comenzó la venta de coches, apartamentos, joyas, cacerolas…Además, instaló en algunas oficinas que su tamaño y clientes lo mereciesen un corner para tomar café. Era su sello personal de lo que tenía que ser un banco, algo mucho más completo que no solo un lugar para captar depósitos y vender créditos.
Francisco González es el Chairman&CEO de BBVA, es decir, presidente y consejero delegado
La idea poco a poco fue perdiendo fuelle, hasta que ya casi se ha olvidado. Pero su idea del banco del Siglo XXI incluía, por supuesto, la tecnología como palanca de crecimiento del banco que González ha tenido siempre en su cabeza. El banco del futuro. Y como casi todos los visionarios hay que experimentar. Prueba y error.
Hay que recordar que el primer banco que comenzó a operar por teléfono con sello español tiene sus orígenes en Argentaria, esa banca pública que Francisco González presidió y donde inició su carrera como banquero. Era Uno-e, que compitió en el tiempo con otro banco también online, Openbank, de Santander.
Carlos Torres, es President&COO (chief operating officer)” de BBVA
Ahora llega el momento de la digitalización para FG. Cree que es el momento idóneo para dar el salto y que no se le adelante ninguna otra entidad. Su proyecto, piensa, fue el primero. Ya habló de ello en 2003, y ya ha llovido desde entonces.
Y dicho y hecho, de la noche a la mañana, y sin previo aviso a los que fueron durante la crisis financiera parte destacada de los tripulantes del buque, González convence al consejo de administración para que todo el organigrama del grupo (o lo que es lo mismo, todos los dirigentes del banco) gire alrededor de la tecnología.
Ana Botín es Group Executive Chairman del Banco Santader
El tiempo dirá si era o no el momento adecuado para abordar este giro de timón. Pero lo cierto es que si se analiza con profundidad el organigrama todo el entramado tecnológico se asienta en el mismo pilar, el negocio tradicional bancario que lleva ahora Vicente Rodero, responsable ahora de todas las franquicias del grupo (España, EE UU, México y el resto de los países). Rodero, ejecutivo que ha aumentado sus responsabilidades, tiene ahora varios frentes abiertos, el primero dirigir este entramado desde México. La superdivisión de Rodero aporta más del 70% del negocio del grupo.
El otro gran protagonista de la cuenta de resultados del banco es Juan Asúa, responsable de banca mayorista, y que acapara el otro cerca del 20% al 30% del negocio. Ellos, y sobre todo Rodero, son los que tienen que levantar una cuenta de resultados de todo el grupo aún muy debilitada por la falta de músculo comercial y que tiene por delante dos o tres años de travesía bajo unos tipos de interés casi a cero. Uno de los escenarios más temidos por la banca, explican varios expertos financieros.
La nueva composición del organigrama tiene otras lecturas. Y es, según recalcan varias fuentes, el protagonismo que tiene en él la figura del presidente. “Es cierto que en BBVA González ha sido un presidente ejecutivo, pero parece que ahora se podía haber aprovechado para reducir su personalismo, por lo menos visiblemente”, explica un colega de otra entidad europea que prefiere mantenerse en el anonimato.
José Antonio Álvarez es el CEO de Banco Santander
Otra fuente insiste en lo mismo, pero con otros argumentos. “La gobernanza en los bancos se ha convertido en algo fundamental. Es una auténtica obsesión de los supervisores. Y cada vez son más partidarios de separar la figura de presidente, que debe ser el que presida los consejos de administración, y la de consejero delegado, que es el que debe llevar el día a día. La misión de un CEO es atender las necesidades del cliente. El mercado pide cada vez más separar ambos cargos. Y en BBVA González es Chairman&CEO, es decir, presidente y consejero delegado, y el número dos del banco, Carlos Torres, es President&COO (chief operating officer)”, subraya un analista financiero.
El directivo de un destacado fondo de inversión internacional añade otra explicación más. “En Banco Santander, Ana Botín es Group Executive Chairman y el CEO es José Antonio Álvarez. Así figura en el organigrama. La nomenclatura es diferente, aunque en la práctica puede que el reparto de funciones sea igual que en BBVA”.