BBVA releva a Cano como consejero delegado
Francisco González destaca que Cano ha sido "un gran consejero delegado" en "años muy complejos". El banco anuncia que apuesta ahora por una nueva era digital.
Era un secreto a voces desde hace tanto tiempo que ya incluso a veces parecía recurrente. Pero al final pasó. El consejo de administración de BBVA decidió destituir a su hasta ayer y desde 2009 consejero delegado, Ángel Cano, y nombrar a Carlos Torres Vila su sustituto.
Este cambio se produce cinco días después de que el ya ex número dos del banco presentara los resultados del primer trimestre del año de BBVA y tras la aprobación por parte del BCE de la integración de Catalunya Banc al grupo. Fuentes financieras aseguran que el relevo, que se ha justificado como un cambio para acelerar la transformación digital del banco, se le comunicó al propio Cano el fin de semana. Incluso alguno de los seis ejecutivos que eran miembros del comité de dirección y que también han cambiado en el banco se enteraron el domingo.
“Iniciar una nueva etapa en la que la transformación digital sea la principal prioridad estratégica del grupo”
El banco ha aprovechado este cambio para realizar una nueva estructura organizativa, enfocada a “iniciar una nueva etapa en la que la transformación digital sea la principal prioridad estratégica del grupo”. El nuevo organigrama cuenta con 13 nuevos nombramientos, gran parte de ellos en divisiones enfocadas a la digitalización del banco. La nueva estructura implica así un cambio radical en la primera línea ejecutiva de la organización. Según explica el banco en una nota, “la nueva estructura incorpora al primer nivel capacidades digitales críticas” para competir en el nuevo entorno y talento global “con experiencia demostrada en el ámbito de los negocios digitales”. Con este objetivo se crea una nueva función con total dedicación a la gestión de las redes y operaciones de los países para potenciar los resultados de las franquicias. Vicente Rodero, “con una amplia experiencia en la gestión de franquicias en España y América del Sur”, estará al frente de la nueva función. BBVA ha justificado el relevo de Cano y la definición de la nueva estructura en el objetivo de abordar la transformación digital ante un nuevo contexto competitivo disruptivo, marcado por las nuevas demandas de los clientes, competidores del ámbito digital y nuevos modelos de negocio.
El sustituto de Cano, Carlos Torres Vila, se incorporó a BBVA en 2008 como responsable de estrategia y desarrollo corporativo, para más tarde asumir la dirección del área global de banca digital. Antes había sido director corporativo de estrategia y director financiero de Endesa, procedente de McKinsey & Company, de donde fue socio. Se graduó en Ingeniería Eléctrica y en Administración de Empresas en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y en Derecho por la UNED. Además cursó un MBA en el MIT.
BBVA explica que con este nombramiento Torres Vila podrá acelerar globalmente y en todas las geografías el proceso de transformación digital del grupo que ya venía dirigiendo desde el área de banca digital, división para la que fue nombrado en marzo de 2014. Aquella fue la anterior remodelación del organigrama del banco, que pasó casi inadvertida y en la que ya se intensificaron los rumores sobre la salida de Cano. Pero igual que crecían las especulaciones desaparecían durante una temporada, aunque lo cierto es que en todos los rumores aparecía el nombre de Carlos Torres como su sustituto, ante la pérdida de confianza de Francisco González en su número dos, y también ante su obsesión por ser el primer banco en liderar la transformación digital del sector. “La transformación es nuestra responsabilidad, la de todos los que formamos parte de BBVA, ya que nos permitirá liderar la nueva industria bancaria”, señala Carlos Torres.
Esta no es la primera vez que BBVA cambia de consejero delegado bajo la presidencia de Francisco González. Cano sustituyó en 2009 a José Ignacio Goirigolzarri, ahora presidente de Bankia, quien decidió prejubilarse el mismo año. Dos años después, González cambió los estatutos del banco para ampliar la edad de su jubilación, fijada en los 70 años, para pasar a los 75, edad que cumplirá en 2019, aunque González sorprendió a principios de año en la rueda de prensa de presentación de los resultados correspondientes a 2014 con el anuncio de que no esperaría cinco años para jubilarse, sino que lo haría antes de dos.
En el mercado también se especulaba con la idea de que González quería despedirse de su trayectoria profesional protagonizando desde el liderazgo la digitalización de la banca y con una gran fusión internacional.
La salida de Cano, de 53 años de edad, se produce por prejubilación, con lo que podrá llevarse la pensión que acumula y que suma unos derechos de pensión de 26 millones, tras dotar 2,6 millones a su fondo de pensiones el pasado año. El último informe de retribuciones de BBVA explica que “en el caso del consejero delegado, sus condiciones contractuales determinan que en caso de que pierda esta condición por cualquier causa que no sea debida a su voluntad, jubilación, invalidez o incumplimiento grave de sus funciones, se jubilará anticipadamente con una pensión, que se podrá percibir en forma de renta vitalicia o de capital, a su elección, del 75% del salario pensionable, si ello se produjera antes de cumplir los 55 años, o del 85% si se produjera después de cumplir esa edad”. Con cargo a su último año completo como consejero delegado de BBVA, Ángel Cano tiene derecho a 3,9 millones de euros, un 3,8% más que el año anterior, gracias a que puede recibir más de un millón de acciones que se suman a una remuneración de 2,83 millones. González agradeció ayer la labor de Cano en el banco.
Ha sido “un gran consejero delegado durante unos años muy complejos, sin embargo la entidad comienza ahora una nueva fase para avanzar en su objetivo de ser el mejor banco universal de la era digital”, señala. El ya ex consejero delegado era hasta ahora el único consejero delegado de la gran banca que había lidiado con la mayor crisis financiera de la historia en el sector, ya que el resto de las entidades han cambiado en este periodo de crisis a sus número dos. El último fue Santander, quien tras asumir la presidencia Ana Botín, decidió sustituir a Javier Marín, quien solo llevaba 18 meses en su cargo, por José Antonio Álvarez.
Cano reconoció ayer que “han sido años difíciles e intensos”, pero destaca que BBVA está “en una magnífica posición” y considera que su sucesor es “la persona idónea para seguir impulsando el proceso de transformación”.
Con Cano sale también sus colaboradores más estrechos: Juan Ignacio Apoita (ex responsable de Recursos Humanos y Servicios); Ramón Monell (Tecnología) y Manuel Castro (Riesgo Global). También deja la dirección Ignacio Deschamps, una de las mayores sorpresas ya que estaba considerado un directivo en alza, tras ocuparse de toda América Latina. En comunicación, Paul Tobin sustituye a Ignacio Moliner.