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¿Invertir en oro o invertir en grafeno?

La fama del grafeno crece por momentos. Aunque la apuesta por negocios e inversiones relacionadas con este material, conlleva una serie de riesgos para los emprendedores. En el lado opuesto de la balanza: el oro. Una apuesta segura y de menor riesgo. Por tanto, de menor rentabilidad. ¿Llegó la hora de confiar en el grafeno?

El oro ha sido un elemento de inversión recurrente. Emprendedores y fondos de pequeñas y medianas empresas han apostado en ocasiones por este bien como una inversión refugio. Frente al valor asegurado del oro nacen otros elementos como el grafeno, de mayor riesgo, debido al poco recorrido que tiene y la incertidumbre sobre su evolución. A su vez, este hecho le convierte también en una inversión que pudiera aportar grandes rentabilidades en el futuro. ¿Por cuál declinarnos si, como emprendedores o pymes, tenemos que apostar por uno u otro?

Para dar respuesta a ésta pregunta, lo primero que debemos hacer es conocer el perfil del inversor, la rentabilidad que desea obtener, qué tiempo de maduración tendrá la inversión, que riesgos está dispuesto a asumir y qué importe desea invertir. Sólo una vez hecho el perfil del inversor es oportuno recomendar un producto de inversión.

Según Felipe Gallardo, asesor de El Espacio Financiero, el grafeno se trata de una inversión con riesgo elevado dado que es un material que está en proceso de investigación y todavía hace falta una gran inversión en su investigación y desarrollo. Si esto se consigue será una inversión muy rentable a largo plazo. Actualmente existe tres maneras de invertir en éste material:

1) En empresas e instituciones relacionadas con la investigación del grafeno.

2) En empresas que comercializan éste producto y en tercer lugar las empresas mineras que extraen el producto bruto.

Cualquier inversión en empresas cotizadas lleva anexo un alto riesgo, se considera altamente especulativa y a su favor está que si se cumplen las expectativas depositadas en éste material se convertirá en un referente de la economía mundial durante las próximas décadas.

En cuanto a la inversión en oro, Gallardo asegura que es una buena decisión si el inversor quiere protegerse de la inflación. Puede ser utilizado como inversión refugio, aunque, según El Espacio Financiero, tiene más inconvenientes que ventajas. Por ejemplo no paga dividendos, se ha de tener asegurado con el coste que conlleva, existe riesgo de robo y se debe tener custodiado en cajas de seguridad.

Si la decisión del inversor es esta, los expertos aconsejan hacerlo mediante compra de participaciones en fondos de inversión de índices (Exchange-traded funds, o ETFs). Estos fondos poseen sus depósitos de oro en bancos suizos mayoritariamente, tienen la ventaja que están negociado por acciones, facilitando las transacciones de compra y venta.

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