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Columna
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¿Un nuevo modelo para Grecia?

La pequeña isla caribeña de Granada ha encontrado una forma innovadora de atajar un problema con la deuda soberana. El estado insular, apenas conocido una invasión militar de Estados Unidos en los ochenta y sus exportaciones de nuez moscada, está a punto de cerrar una inusual reestructuración de la deuda. Podría ser un modelo digno para Ucrania –o incluso para Grecia–.

Granada ha estado luchando con un débil crecimiento y los daños causados por los huracanes en 1994, que empujaron la deuda al 111% del PIB el año pasado. Durante dos años, ha estado intentando forzar a los inversores de deuda privada a aceptar una quita.

El acuerdo podría implicar dos características poco convencionales, aseguró una persona cercana a las negociaciones. En lugar de asumir todo el golpe, los acreedores aceptarían una pérdida del 25% ahora, y dejarían que el otro 25% funcione como acicate, para cuando Granada complete su programa con el FMI en 2017.

El acuerdo tiene otras peculiaridades: a los acreedores se les podrán ofrecer warrants vinculados a los ingresos de Granada desde su programa de ciudadanía, que permite a los extranjeros comprar bienes inmuebles en la pequeña isla a cambio de una donación y hacerse ciudadanos. Los acreedores recibirán parte de los ingresos cuando el gobierno haya alcanzado un objetivo concreto.

El acuerdo parece sensato. Cuando las empresas se financian demasiado, los acreedores pueden dejarles en la insolvencia y apoderarse de sus bienes. Es más difícil obligar a los soberanos a comportarse y desalentar a los morosos en serie. Los warrants dan a los acreedores parte del lado positivo, de forma similar a un canje de deuda corporativa por acciones.

Ese modelo podría tener sentido para otras situaciones. Por ejemplo en Ucrania, que quiere obligar a los acreedores a asumir una quita, pero cuya devastación por la guerra y su historial plantean dudas sobre su capacidad de reforma. O Grecia. Los acreedores de la zona euro se han resistido a una quita y ahora se enfrenta al riesgo de una salida. Reducir la deuda por fases podría haber ayudado a Grecia a reformarse antes.

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