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¿Abrir o cerrar mi negocio en Semana Santa?

¿Los periodos vacacionales son para los autónomos un periodo de descanso o una oportunidad?

Abrir o cerrar mi negocio. Esta es una de las cuestiones que se plantean en cada periodo vacacional los autónomos, tanto los que realizan actividades de pequeño comercio, como los que ofrecen servicios a otras empresas. ¿Qué hacer en estas fechas? Los expertos concentran en la palabra planificación cualquier decisión al respecto. Si se está trabajando por proyecto, lo más adecuado es establecer un calendario que tenga en cuenta estos periodos vacacionales, e intentar condicionar las comunicaciones al correo electrónico. Es la opinión de Juan Millán, socio de Gedeth, consultoría de negocio internacional.

"Recomendamos al emprendedor que trabaje por proyectos y se estructure. Que defina un calendario para entregar cada proyecto. Un cronograma que marque el ritmo de trabajo con el cliente", asegura. El objetivo es aprovechar los periodos vacacionales para desconectar sin que el cliente se resienta. "Por ejemplo, nosotros trabajamos con una empresa China y trabajamos con una planificación. Hay que definir los entregables, y que cada profesional pueda organizarse por su cuenta".

La planificación es, por tanto, la base para descansar sin que la actividad se resienta. Porque Milllán lo tiene claro: es necesario que el emprendedor se tome respiros."Muchos emprendedores se desfondan al principio. Esto es una carrera a largo plazo. Hay que descansar sí o sí, porque de no hacerlo se pierde competitividad. Hay que cargar las pilas". Aunque reconoce que no todos los clientes lo permiten. Llegamos aquí al gran problema de la consultoría. Muchos emprendedores, que son clientes del autónomo o empresa que presta un determinado servicio, cuentan con el teléfono de su proveedor, al cual llaman para cosas que aparentemente son muy urgentes, y que luego no lo son tanto.

"Recomendamos que las comunicaciones se realicen por correo electrónico. Porque cuando te van a escribir un correo, lo que parece urgente, queda al final en mucho menos. El propio cliente se da cuenta escribiendo que no es tan urgente". Otra razón que se aporta para utilizar el correo electrónico es la posibilidad de facturar más. Queda por escrito un cambio en la planificación establecida. Una modificación de lo pactado, y una ampliación de sus necesidades que, según Millán, es facturable. "Al quedar por el escrito y al haber un cambio en la planificación, se da respuesta a una consulta que pasa a ser facturable. Al hacerlo por escrito le obligas a esa reflexión, y por otro lado, previene que te haga consultas y ofrezcas información de valor sin recibir nada a cambio por la misma. El tiempo y el conocimiento es dinero. Saber algo, y contestarlo vale dinero".

El pequeño comercio

En el caso del pequeño comercio, los expertos recomiendan también una planificación, aunque en este caso no por proyecto, sino a nivel anual. El propio regente del comercio debe conocer qué periodos le permiten más o menos facturación, en función de la zona donde se encuentre el establecimiento, las actividades que haya en la ciudad durante el periodo vacacional o el tipo de producto que vende.

Tal y como asegura Ignacio Laín Corona, de GVA & Atencia Abogados, existen comercios como la hostelería o la restauración que, en ciudades turisticas, no deben cerrar. "En Semana Santa, ciertos sectores productivos locales ralentizan sus dinámicas de trabajo, lo que se traduce en mayor tiempo libre, oportunidad de la que se beneficia la hostelería y la restauración, que no tienen dudas en exprimir esa específica demanda interna, agregada a la externa".

La liberalización de los horarios comerciales vuelve a dejar en manos de la planificación el hecho de tener o no actividad en esta época. Andalucía, por ejemplo, al igual que otras Comunidades Autónomas, permite libertad de horario de apertura. Es el autónomo el que, de forma unilateral, debe valorar en qué periodos del año factura más o menos y, en función de eso, elegir un periodo de descanso. Porque el dueño de un comercio también debe cerrar y descansar. No debe tomarse el cierre por este motivo como una pérdida de ingresos, sino como una inversión que le hará volver con ideas frescas y renovadas para su negocio. Debe, además, contabilizar su presencia y su tiempo como gasto, puesto que lo es. Del mismo modo que si se contrata a alguien se paga por su tiempo, el empresario individual debe establecer un precio para sus horas de trabajo. Y, en función de ese precio, calcular cuando realmente compensa más o menos abrir su negocio.

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