Lufthansa sabía desde 2009 que el copiloto sufrió una "depresión previa grave"
Reconoce en un comunicado que tenía información del cuadro clínico de empleado Francia culmina la recuperación de los restos e investigará como detectar "determinados perfiles psicológicos"
El grupo Lufthansa, propietario de la aerolínea de bajo coste Germanwings, ha reconocido a través de un comunicado que el copiloto Andreas Lubitz, que presuntamente estrelló un A320 de Germanwings el pasado martes en Los Alpes, interrumpió su entrenamiento en la Escuela de Formación durante varios meses por motivo de una fuerte depresión.
Tras nuevas investigaciones internas, la compañía ha presentado datos adicionales a la Fiscalía de Düsseldorf, en particular sobre la formación de Lubitz y su historial médico. La documentación incluye la correspondencia de correo electrónico del copiloto con la Escuela de Formación de Lufthansa. En el cruce de comunicaciones, en busca de reanudar el entrenamiento en 2009, Lubitz informó al centro de adiestramiento de pilotos de la aerolínea germana de un "episodio previo de depresión severa".
Lufthansa asegura en su nota que continuará proporcionando a las autoridades su apoyo total e ilimitado. Germanwings ha mantenido en los últimos días que no conocía el reciente parte médico que recomendaba la baja de su tripulante de cabina. Según la investigación, este rompió en pedazos el parte y lo abandonó en su domicilio, ocultando esa información a la empresa.
En paralelo, la gendarmería francesa anunció hoy que ha culminado la tarea de recuperación de todos los restos de las víctimas del A320 de la compañía Germanwings que se estrelló hace una semana en los Alpes franceses.
“Hemos recuperado todos los cuerpos de la zona”, indicó a Efe el coronel Vialenc.
Las tareas de rescate se centrarán ahora en recuperar los efectos personales de los pasajeros, que pueden contribuir a la identificación de los mismos, así como a la búsqueda de la segunda caja negra del avión, agregó.
También dijo que será la compañía aérea Lufthansa, propietaria de la aerolínea de bajo coste Germanwings, quien se encargue de la limpieza y acondicionamiento del lugar en el que se estrelló el vuelo que cubría la ruta entre Barcelona y Düsseldorf.
Precisamente, el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, tiene previsto mañana visitar la zona próxima al accidente para rendir homenaje a las víctimas y a los equipos de rescate que han trabajado en las tareas de rastreo.
En el siniestro del avión de Germanwings murieron 150 personas, la mayoría alemanes y españoles.
"Detectar determinados perfiles psicológicos"
La agencia de investigación aeronaútica francesa Bea difundió ayer un comunicado en el que explicó que las líneas de investigación del accidente se centrarían en dos áreas: En primer lugar "describir con precisión, desde un punto de vista técnico, el desarrollo del vuelo". Explicó que este trabajo se basará en el análisis detallado de la información contenida en la grabación de voz y en el procesamiento de los parámetros de vuelo que pueda haber a disposición.
Y en segundo lugar "analizar los fallos sistémicos que podrían llevar a este tipo de incidente o a otros incidentes". Detalló que ""la investigación de seguridad va a prestar especial atención a la pertinencia y los motivos que han llevado a la instalación de sistemas de bloqueo de las puertas de las cabinas y a los procedimientos para entrar y salir de ellas, así como a los criterios y procedimientos que puedan detectar determinados perfiles psicológicos".