La España real sí que puede

Uno de los aspectos en los que no se incide suficientemente en el contexto del resurgir de la economía española es la creciente internacionalización de nuestras empresas. A pesar del aumento del peso de las economías emergentes, España se mantiene como la decimotercera economía mundial por volumen de PIB. Entre los países que nos superan, únicamente dos -- Canadá y Australia – cuentan con una población inferior a la española. La revista Forbes elabora anualmente un ránking de las 2000 mayores empresas que cotizan en bolsa. Forbes las ordena examinando sus ventas, beneficios, activos y capitalización bursátil. Muchas empresas de emergentes han irrumpido con fuerza en el ránking. Pero España se mantiene empatada (con los Países Bajos) en quinto lugar entre los estados de la UE, con 27 empresas entre las mayores 2000. Superamos no solamente de largo a los periféricos (Irlanda, Portugal) sino también a Suecia, Finlandia y Bélgica. Asimismo contamos con más empresas en el top 2000 de Forbes que Turquía, Arabia Saudita e Indonesia, y Rusia nos supera sólo en una. Además de las grandes multinacionales, las PYMES españolas se han lanzado a la conquista de los mercados exteriores. En 2014, España nuevamente rompió récords en materia comercial. Nuestras exportaciones crecieron un 2,5%, tasa superada en la UE únicamente por Alemania. El superávit comercial no energético ascendió a 13.599 millones de euros, y el déficit comercial fue el segundo más bajo desde 1998 a pesar de la recuperación de las importaciones. La capacidad de adaptación de nuestras empresas a un entorno económico mundial caracterizado por la ralentización de los emergentes es asismismo admirable. En 2014 incrementamos nuevamente nuestras exportaciones a la UE, destacando los incrementos de exportaciones a Alemania (5,7%), Italia (5,1%) y Reino Unido (4,7%). Los aumentos de exportaciones a destinos competitivos fueron muy notables: EE.UU. (22%), Canadá (18,6%), Asia (16%), Corea del Sur (83,6%) y Japón (18,4%). Este es el reflejo real de la España que crece y sí puede ir a más. Los mensajes demagógicos de ideologías trasnochadas, por mucho que lo intenten, se estrellarán contra la realidad de nuestro crecimiento.