Grecia vs Eurogrupo: así queda el resultado del pulso
El gobierno de Alexis Tsipras continuó ayer con su adaptación a la realidad política europea, un proceso que le ha obligado a renunciar a buena parte de sus promesas electorales en poco más de un mes. Nada más ganar las elecciones (el 25 de enero), Syriza enterró la propuesta para convocar una conferencia internacional sobre la reestructuración de la deuda de los países del sur de Europa. Poco después incluso se olvidó de la permuta de los bonos sugerida por el recién nombrado ministro de Finanzas, Yanis Varufakis. Ahora, en la lista de reformas presentada al Eurogrupo para obtener una prórroga del rescate, Atenas admite que la promesa de aumentar el salario mínimo hasta 751 euros al mes no se podrá llevar a cabo de momento y deberá negociarse antes con los agentes sociales y con las instituciones europeas para garantizar que no se daña la competitividad y la creación de empleo. Es decir, se aparca sine díe.
También se estanca la promesa de condonar o aliviar las deudas que miles de griegos tienen con la seguridad social, con el fisco o con los bancos. Atenas se limita por ahora a prometer que “calibrará” con cuidado para diferenciar entre la morosidad deliberada y los impagos inevitables, pero no cancela ninguna deuda. Bruselas ve positiva esta evolución de Tsipras, que por ahora no le ha hecho perder apoyo popular.
Propuestas de Atenas
- Un IVA con menos descuentos. El Gobierno de Tsipras se compromete a reformar el IVA, a simplificar los tipos de imposición y a eliminar excepciones y descuentos. Todo ello con el objetivo de “maximizar los actuales ingresos”, que en 2014 fueron de 13.600 millones de euros frente a los 17.000 millones que se alcanzaron antes del rescate.
- Menos prejubilaciones. Grecia promete “un vínculo más estrecho” entre las contribuciones a las pensiones y los derechos de los pensionistas. Atenas también anuncia medidas para frenar las prejubilaciones, sobre todo, en la banca y el sector público. Y un mecanismo de renta garantizada para que a los trabajadores de entre 50 y 65 años les compense seguir en activo.
- Privatizaciones a la carta. Atenas no dará marcha atrás en las privatizaciones llevadas a cabo hasta ahora y mantendrá las que ya están en marcha. El resto, se reserva el derecho a revisarlas para rentabilizarlas al máximo y advierte de que dará prioridad a fórmulas que mantengan cierto control del estado, como leasing a largo plazo o joint ventures.
- Plan social de 1.800 millones. El programa electoral de Syriza incluía un plan contra “la crisis humanitaria” valorado en 1.800 millones. Atenas insistió ayer en llevarlo a cabo, aunque sin cifrarlo.
Exigencias de la UE
- Más impuestos.La troika considera que el presupuesto griego para 2015 no permitirá cubrir los objetivos de superávit (3%), por lo que Atenas debería aumentar la recaudación fiscal mediante una subida del IVA. Atenas subió del 19% al 23% el IVA a raíz del rescate en 2010. Pero la recaudación ha caído por falta de actividad.
- Pensiones más bajas.La UE ha impuesto una rebaja de pensiones en Grecia que, según la troika, debe completarse con una reforma sobre el sistema de contribuciones y reparto para garantizar su sostenibilidad. La troika se niega a la propuesta de Syriza de conceder 60 euros más a los pensionistas que estén por debajo del nivel de pobreza, una factura de 9,5 millones de euros.
- 50.000 millones en activos.El primer rescate de Grecia estableció en 2011 una lista de privatizaciones para ingresar 50.000 millones de euros. Los cálculos del Eurogrupo tuvieron que revisarse a la baja un año después, cuando los activos a la venta se valoraron en 22.000 millones. Un objetivo que también ha resultado demasiado optimista.
- Ayudas sin impacto fiscal. El Eurogurpo supedita cualquier programa social de Syriza a su neutralidad desde el punto de vista presupuestario y a que lo pague Atenas con sus propios ingresos.