¿Qué es el factoring?
Se trata de un instrumento de financiación a corto plazo. En este artículo te desvelamos todo lo necesario para que sepas en qué consiste.
¿Sabes qué es el factoring? Se trata de un instrumento de financiación a corto plazo que está pensado para cualquier tipo de empresa, que paralelamente al servicio de carácter financiero desarrolla otros de administración, gestión y garantía ante la insolvencia de los deudores de los créditos concedidos. Entre otras cosas se dedican a la gestión de cobros, la administración de la cartera a cobrar, el estudio de los deudores y la cobertura de insolvencia en el caso de que fuese necesario, según explica Factoring Asociación Española.
Desarrollo de una operación de factoring
Para llevar a cabo una operación de factoring es preciso establecer un límite global de financiación para el cedente y límites para cada uno de los deudores. Una vez que se firma el contrato entre las dos partes el cedente envía a través del correo electrónico o documentación física, afrontando el pago que previamente habían pactado. En este caso, la compañía de factoring se ocupará de gestionar el cobro a vencimiento de las facturas afrontando el riesgo de impago.
Coste
El coste será financiero o mediante comisiones. En el caso de la primera opción se hará mediante el cobro de un tipo de interés, similar a cualquier otro producto de financiación de circulante. En cuanto a las comisiones, puede ser de varios tipos dependiendo de la clasificación de los deudores por parte del factor, si existe cobertura de insolvencia, si hay gestión de cobro o en función de la carga administrativa que represente la gestión.
¿Quién puede hacer factoring?
En este apartado se incluyen todas las empresas que generen cuentas a cobrar.
Ventajas del factoring
Son varias las ventajas que ofrece este sistema y que te detallamos en los siguientes puntos
- Permite mejorar los ratios de endeudamiento y del circulante, suprimiendo las cuentas a cobrar.
- Mejora la capacidad de financiación y proporciona liquidez inmediata financiando el importe de las ventas.
- Se evita el riesgo de fallidos por insolvencia.
- Permite un control estadístico-contable más eficaz de la cartera de facturas.
- Las gestiones por impagos y morosidad se reducen considerablemente, que es una de las grandes preocupaciones de las empresas.
- Se incrementa la eficacia de la gestión de cobros.
- Se consigue una mejor planificación de la tesorería, para que de esa manera no haya posibles desviaciones.
